• domingo, 19 de mayo de 2024
  • Actualizado 21:20

Opinión

No sé ustedes, pero yo de momento me conformo con salir de este dejà vu de restricciones y confinamientos, de protocolos en los que lo único que queda claro es que te las tienes que apañar como puedas. Si tienen hijos confinados, ya saben de que hablo…
El protocolo firmado por Urkullu y Chivite va mucho más allá de una mera declaración de intenciones. Estamos ante un claro contrafuero cometido por quien tiene la obligación de cumplir la ley foral.

Osasuna no pisa el área rival. Budimir juega fuera de su sitio, Kike García termina extenuado pero con barra libre, y Chimy Ávila aporta chispa cuando sale, dispara al larguero y pierde el control como ya había hecho el equipo. El Athletic Club ni se despeinó para hacer el 1-3.

Nuevo año para la esperanza rojilla de continuar en esta gran liga de futbol. Último partido de la primera vuelta contra un equipo como es el Athletic que nos hace y le hacemos sufrir siempre y esta vez no iba a ser menos.
 

En la psicología gestáltica la Ley de cierre es la que dice que nuestro cerebro tiende a completar las partes que faltan de una imagen de modo que adquieran una forma.

A lo largo de los partidos que vaya jugando Osasuna, daré una opinión de lo que me ha parecido el encuentro, sin meterme en datos, que terminan siendo farragosos, sino en lo que he percibido viendo cómodamente las idas y venidas de unos y otros, aportando aspectos tácticos y estratégicos que puedan ser entendidos por cualquier aficionado.
Hace un montón que no hablamos de rugby, creo que ya toca. En estas fechas en las que volvemos a convivir con el miedo es bueno recordar que la vida a veces es pick and go, agarrar la oportunidad y seguir adelante.
Ayer fondeé mi submarino Foralico en Huarte, junto al Hotel Iriguibel ya que los domingos que mis obligaciones me lo permiten, me gusta cafetear con los diferentes grupos que quedan bien en la gasolinera bien en el Panadero de Eugui para hacer sus rutas. 
Sí, ese que para volver a casa no tuvo mejor idea que ir dejando migas de pan para poder volver luego al lugar del que había salido, iluso.
Estas cosas sabemos cómo empiezan, unos señalan, muchos, todos... sube la espuma, continúan las amenazas, muchas, todas... y a ver si alguno se anima a traspasar la línea del acoso por algo mucho más grave.
Enrique Maya ha evitado cualquier reactivación de las fiestas en estos dos años mientras otras ciudades, como Tudela y Tafalla, organizaban festejos o encierros sin problema. 
Cada tiempo tiene sus costumbres y sus conceptos, y también su evolución. Si en el siglo XVIII surgió el despotismo ilustrado, en este XXI maltrecho lo que prima es la militancia ilustrada.

Siempre me han gustado las luciérnagas, me fascinaba verlas de pequeño, cómo se encendían y volaban buscando otra luz, ¿las recuerdan?

Navarra se encuentra en una encrucijada absolutamente vital. El pacto presupuestario del PSN con Bildu va mucho mas allá de un mero trámite para superar la presente legislatura. 

¿Hace cuánto que la izquierda ya solo se dedica a las sandeces?, me dije antes de seguir leyendo, asqueado de tanta soplapollez, nunca mejor traído el término.
Leía una historia el otro día de bombas que cayeron en la Segunda Guerra Mundial y que no llegaron a explotar, quedándose clavadas en el suelo como recuerdo de lo que pudo haber pasado y no pasó.
Hoy todo está donde ya no está. Hoy hace como mínimo 20 años de todo lo que ya no está. Hace 20 años que tengo 20 años que cantaba Serrat. ¿Cuándo dejamos de hacer cosas por primera vez? Hace (más) 20 años que somos nostalgia.
No las hay, no existe un botón rojo que al pulsar construya una ciudad, un proyecto o una nueva realidad social, la construcción siempre es progresiva y unitaria, pero la destrucción, ay, esa sí que es inmediata.
Han pasado tantas cosas en este año, se ha llenado de tantas frases de canciones que no sabría como ponerte al día.
Costó desatascar el partido. El Chimy lo consiguió. Después, cuando todo parecía controlado, una pérdida de balón terminó en una expulsión, y una salida del tiesto el empate ‘in extremis’ del Granada.
Nos ciega la necesidad del resultado inmediato, en cualquier ámbito, y si lo conseguimos, en lugar de disfrutar nos lanzamos a por otro, sin tiempo de celebrar y reconocer.
Están los días que sí, en los que tienes la seguridad y las ganas; los días que no, en los que cuesta seguir y tienes miedo, y los días Dragon Khan, que son esos que te zarandean y no tienes ni idea de dónde te pega el aire. Hablemos de esos. Y de sus canciones, ¿qué les parece?

Noventa minutos de trabajo, insistencia, presión ambiental, de madurar con fe un partido táctico, trabado, poco vistoso. La explosión final llegó en la prolongación. Dinamitó el estadio y la Liga sintió la onda expansiva.

 Si hay que elegir entre asumir los riesgos de las libertades, o restringirlas para garantizar tranquilidad, prefiero el primer equipo. Pero claro, exige mucho más esfuerzo.