• viernes, 29 de marzo de 2024
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Opinión / A mí no me líe

Viva Navarra y su rey Felipe VI

Por Javier Ancín

Cuando te hagan perder la perspectiva de la historia vuelve a las fuentes originales y míralas tú, ahí encontrarás de nuevo el camino. 

Felipe VI, en un acto en Baluarte

Navarros, ¿quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos? Hay tanto ruido externo, tanto ruido folclórico/místico ikurriñero, novelesco, tantos empujones ideológicos, que no te escuchas cuando te lo preguntas. Por eso lo mejor es ir a buscar el silencio donde la biografía de los tiempos pasados descansa, tranquila, sin que nadie le haga ni caso.

Cuando te hagan perder la perspectiva de la historia -en eso está el aberchandalismo con respecto a la de Navarra, montando una caricatura ridícula y cazurra- vuelve a las fuentes originales y míralas tú, ahí encontrarás de nuevo el camino. Acompáñenme en este paseo, amados lectores.

Me he venido a la catedral de Pamplona, un sobrio pero muy elegante templo gótico, a ver la tumba del rey de Navarra más importante para Pamplona, porque es quien la refunda, recordemos, el francés Carlos III llamado el Noble. Seguramente él diría guey... y Navaga, con acento circunflejo, que a los franceses las erres se les dan fatal. Soy Caglos, guey de Navaga. En mitad de la nave central yace Carlos hecho escultura de alabastro, con su túnica adornada por una cenefa azul con su retahíla de lirios.

¿Cómo se explicarán los aberchándales todas esas flores de lis que lleva el monarca en su vestimenta para la eternidad? ¿Algo sin importancia, eligió pasar a la historia con ellas como podía haber optado por ponerse el escudo del Betis (su suegro, Enrique II de Castilla es sevillano)?

Quizás algún aberchándal conozca que Carlos III pertenece a la dinastía de los Evreux pero dudo que sepa qué significa eso en la historia de Francia y España. Están convencidos de que la interpretación de la historia no comienza hasta la aparición en el mundo de las boinas esas de la marca de Tolosa... a rosca.

Resumiendo mucho, los Evreux es una rama de la dinastía Capeta, que reinó en Francia. Los capetos optaron por la flor de lis sobre fondo azul como emblema, de ahí que sus casas secundarias como la de Evreux también la adopten como emblema propio.

Y ahora viene lo divertido del asunto. Atentos. ¿Dónde está también ese emblema hoy? Anda... en el centro del escudo de España. Qué cosas más curiosas tiene la historia, ¿eh?, pues espera que puedo mejorártelo. El giro de los acontecimientos es curioso. Veréis, amiguitos, sujétenme el pacharán.

Evreux y Borbón vienen de la misma dinastía, los capetos. Es más, Felipe VI es el único descendiente por vía directa que reina hoy de esa dinastía capeta. Si a eso sumamos que los borbones al primer trono al que accedieron fue al de Navarra, ¿quién reina realmente hoy en España? Los Trastámara, no, cansinos lloricas del 1512 y la conquista castellana de Navarra, que parece que ese fue el final de la historia y ni muchísimo menos. La historia de Navarra de los últimos cinco siglos es apasionante.

Quien reina hoy en España es alguien que genealógicamente tiene más que ver con Navarra que con Castilla. Felipe VI tiene más legitimidad para ser rey de Navarra que de Castilla o Aragón. España hoy, mil años después de Sancho III el Mayor, es más Navarra que nunca.

Para que luego digan los aberchándales que Navarra no tiene nada que ver con España. Directamente, es nuestra, entera, por vía monárquica, que reinamos en ella. Keep maming, aberchándales

¡Feliz día de Navarra, bitches forales! Y eso es todo.


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