• domingo, 28 de abril de 2024
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Opinión / San Fermín

Siete de julio: Benito Rupérez

De la obra de Benito Rupérez nos han llegado muy pocas fotos. Entre ellas, este bello contraluz del encierro en el callejón de la plaza de toros con el que culminamos la Escalera Fotográfica de 2023.

9 de julio de 1934. Callejón de la plaza de toros (Foto Benito Rupérez, Colección Municipal, Archivo Municipal AMP002189)
9 de julio de 1934. Callejón de la plaza de toros (Foto Benito Rupérez, Colección Municipal, Archivo Municipal AMP002189)

De la obra fotográfica de Benito Rupérez, con cuarenta años de profesión, nos ha llegado un número muy limitado de fotos, debido tal vez a un incendio que destruyó el archivo del estudio. La foto del callejón de la plaza de toros es una de las más bellas del encierro de Pamplona, deja patente el buen hacer del precursor de la saga de los Rupérez. Precisamente por ello, hemos deseado culminar con ella la Escalera Fotográfica de 2023.

La instantánea, por su incontestable estética, ha sido publicada en numerosas ocasiones; ahora bien, en la mayoría de los casos se ha fechado erróneamente como tomada en 1922, año en el que se estrenó la actual plaza de toros. Sin embargo, hemos comprobado que se publicó en la primera plana del martes 10 de julio de 1934 en Diario de Navarra (DN) con el siguiente pie de foto: “Así entraron ayer en la plaza los toros de Blanco”. Este texto nos desvela dos incógnitas: la fecha que se tomó, 9 de julio de 1934 y la ganadería, toros de Manuel Blanco.

9 de julio de 1934. Callejón de la plaza de toros (Foto Benito Rupérez, Colección Municipal, Archivo Municipal AMP002189)
9 de julio de 1934. Callejón de la plaza de toros (Foto Benito Rupérez, Colección Municipal, Archivo Municipal AMP002189)

Lo más sorprendente es que el pie concluye “(Foto Roldán)”. ¿Eso significa que Rupérez no fue el autor? No en absoluto. Intentaremos aclarar este dilema. En 1934 DN tenía dos fotógrafos oficiales que simultaneaban los reportajes gráficos: Roldán y Galle. Con objeto de no desairar a los colegas y evitar controversias, la única posibilidad de publicar esta instantánea en DN era a través de ambos fotógrafos.

Dos años más tarde, esta fotografía también se publicó en el ejemplar del 8 de julio de 1936 de la prestigiosa revista Mundo Gráfico, ilustrando un artículo sobre los encierros de Pamplona, con el siguiente titular: “El instante entre la vida y la muerte. Esos mozos seguidos de tan de cerca por los toros, se están jugando la vida en este momento en el callejón de entrada a la plaza de Pamplona”. Desgraciadamente, este artículo no nos despeja la duda, ya que no consta la autoría de las fotos. Eran tiempos en los que los derechos de autor del fotógrafo no estaban reconocidos.

La respuesta la hemos encontrado en una postal de la editorial Heraclio Fournier de Vitoria -famosa por los naipes- con la fotografía en cuestión y el título: “Polvo y sol, toros y valientes”, que especifica Foto Rupérez. Es decir, la autoría de la foto, tal y como se entiende en la actualidad, siempre fue de Rupérez; muy probablemente éste vendió la foto a Roldán para ser publicada en el periódico del día siguiente. La compra de fotografías a otro profesional es habitual en prensa para completar un reportaje y en especial los del encierro.

En el aspecto artístico, es innegable que se trata de una fotografía extraordinaria y como en todas las fotos buenas del encierro, siempre hay un componente de suerte. Este caso no es una excepción: una manada de cinco toros, sin mansos. En lo técnico como en lo estético, el contraluz está perfectamente resuelto. La luz del amanecer envuelve un fondo difuminado que presenta una aureola mágica de la polvareda del albero. Adicionalmente, la imagen trasmite emoción y peligro, pues los corredores caídos de la parte izquierda podrían amagar con un montón. Todos estos elementos conforman una hermosa estampa muy representativa del encierro de Pamplona.

La fotografía constituye una singularidad, actualmente irrepetible, debido a dos impedimentos. El primero, desde donde se tomó; todo indica que el autor se subió a uno de los dos balconcillos metálicos que se encuentran en la parte trasera del portón del callejón. Mas concretamente, desde el balcón izquierdo, a juzgar por las líneas de fuga. Históricamente el acceso a estos balconcillos está prohibido a los fotógrafos, cuya utilidad es cerrar el portón durante el encierro.

Aun suponiendo que alguien suba, la segunda imposibilidad sería decisiva, ya que la perspectiva no sería la misma, pues en los años sesenta se construyó la plataforma para las cámaras de televisión que impide dar la profundidad y el ángulo de toma que tiene la foto del maestro Benito Rupérez.

La escalera fotográfica de 2023

La escalera fotográfica de 2022


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Siete de julio: Benito Rupérez