Callos, menudicos, morros, caracoles, paloma, perdices.. Sixto Aquerreta y su hijo regentan este mítico bar de Iturrama y bordan los guisos tradicionales.
El negocio ha cerrado sus puertas después de cinco años en los que sus conos de patatas fritas se habían convertido en un protagonista más de la juerga pamplonesa.
"Algunas mujeres vestían diferente y nos decían que compraban ropa en San Sebastián, Bilbao o en Vitoria y nos dimos cuenta que en Pamplona todo el mundo viste igual", señalan.