Cientos de personas han despedido este domingo al Ángel de Aralar en Pamplona después de una semana y tras el ninguneo de la presidenta Chivite, que le negó el acceso al Palacio de Navarra o al edificio del TSJN. Tras la misa en San Lorenzo y capilla de San Fermín, se han bendecido a los cuatro puntos cardinales de la ciudad. El adiós ha sido bajo el sonido del Agur Jaunak con una petición expresa por la necesidad de lluvia.
El Palacio Marqués de Rozalejo se convertirá tras las obras que se ejecutan en la futura sede del Instituto Navarro de la Memoria. Este edificio estuvo tomado por la izquierda abertzale okupa y tuvo que ser desalojado por la policía. Este lunes, hasta 4 consejeros del Gobierno de Chivite han acudido en época preelectoral a visitar el inmueble.