• viernes, 26 de abril de 2024
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TRIBUNALES

El agresor de Azagra no recuerda lo ocurrido y "nunca" pensó que había matado a su pareja

Sus declaraciones en el juicio llaman la atención porque se entregó a la policía diciendo que había asesinado a la víctima. 

El vecino de Azagra acusado de intentar asesinar a su pareja hace dos años ha asegurado que desconoce cómo llegó a sus manos el bastón con el que se le acusa de golpear a la mujer, una agresión que no recuerda y tras la que “nunca” pensó que él la hubiera matado, como sí dijo cuando se presentó en la comisaría de la Policía foral después de los hechos. Lo ha dicho en la intervención inicial del juicio iniciado este jueves por un delito de asesinato en grado de tentativa, del que se acusa a Santiago M.M. y por el que el fiscal pide 14 años y medio de cárcel, en una declaración en la que tan solo ha querido contestar al fiscal y a su defensa, aunque en numerosas ocasiones ha dicho no recordar los hechos.EFE/ Jesus Diges
El vecino de Azagra acusado de intentar asesinar a su pareja hace dos años ha asegurado que desconoce cómo llegó a sus manos el bastón con el que se le acusa de golpear a la mujer, una agresión que no recuerda y tras la que “nunca” pensó que él la hubiera matado, como sí dijo cuando se presentó en la comisaría de la Policía foral después de los hechos. Lo ha dicho en la intervención inicial del juicio iniciado este jueves por un delito de asesinato en grado de tentativa, del que se acusa a Santiago M.M. y por el que el fiscal pide 14 años y medio de cárcel, en una declaración en la que tan solo ha querido contestar al fiscal y a su defensa, aunque en numerosas ocasiones ha dicho no recordar los hechos.EFE/ Jesus Diges

El vecino de Azagra acusado de intentar asesinar a su pareja hace dos años ha asegurado que desconoce cómo llegó a sus manos el bastón con el que se le acusa de golpear a la mujer, una agresión que no recuerda y tras la que “nunca” pensó que él la hubiera matado, como sí dijo cuando se presentó en la comisaría de la Policía foral después de los hechos.

Lo ha dicho en la intervención inicial del juicio iniciado este jueves por un delito de asesinato en grado de tentativa, del que se acusa a Santiago M.M. y por el que el fiscal pide 14 años y medio de cárcel, en una declaración en la que tan solo ha querido contestar al fiscal y a su defensa, aunque en numerosas ocasiones ha dicho no recordar los hechos, pero sí que “al despertar” de ese episodio vio que llevaba un bastón metálico en la mano y que su pareja, Ana, estaba tumbada en el suelo “y me doy cuenta de lo que ha pasado”.

Sin embargo, el acusado ha incurrido en contradicciones al señalar que no vio heridas en la mujer, después ha señalado que vio “no mucha sangre” pese a que Ana resultó herida muy grave con múltiples golpes en la cabeza y parte superior del cuerpo, y de que la habitación quedó muy manchada de sangre, y más tarde ha reconocido: “Me fui de la habitación, no podía ver aquello”.

Santiago M.M. ha reconocido que la relación con su pareja (estaban juntos desde 2010) era últimamente “bastante mala” y que el motivo fundamental de sus discusiones era el económico, según su testimonio porque ella le pedía dinero “injustamente” con asiduidad (‘non stop’, ha dicho).

Ha defendido que él le daba y que también le ayudó desde el principio de su relación, cuando ambos fueron a vivir a la casa de la madre de él, aunque en el momento de los hechos convivían en Azagra en una casa propiedad de ambos. Desde hace tiempo dormían en habitaciones separadas.

También ha asegurado que en esa mala relación ella le insultaba a él pero “yo no le contestaba nunca”: “Por mi parte no había insultos ni desprecios; por parte de ella sí”, ha dicho para describir la convivencia plagada de silencios a veces y de enfrentamientos otras.

Ha recordado que el día anterior a los hechos Ana llegó ya de noche, de trabajar en turno de guardia como enfermera, y que de nuevo le dio “un ultimátum para llegar a un acuerdo” sobre la venta de la casa y su separación tras advertirle de que si no era así iría al juzgado, algo que él no quería.

Al día siguiente asegura que ella apareció en la planta baja y le volvió a repetir “las cosas de ayer”, y él la siguió a la primera planta donde ocurrieron los hechos “para decirle que dejara de vejarme” porque había sacado a colación la ruptura de su primer matrimonio.

Sin embargo, Santiago M.M. asegura que finalmente ambos acabaron sentados en la cama de ella y mantuvieron una conversación “muy larga”, en la que terminaron hablaron de “qué nos había pasado y terminamos ambos llorando”, incluso con una actitud cariñosa por parte de él, ha asegurado.

“Yo estaba muy afectado”, ha dicho, pero la conversación llegó a un punto en el que “estábamos cerca de llegar a un acuerdo” cuando ella recibió una llamada en su teléfono móvil. Ana contestó y, ante la sorpresa de él, dijo a su interlocutora: “Isabel, este hombre me va a matar”, ha dicho en una declaración con vaguedades a partir de este momento.

“Yo cojo el teléfono, intento apagarlo y me encuentro con una sombra gris viniendo hacia mí a golpearme. Era el espejo, un espejo de madera bastante pesado, si es el que creo yo”, ha dicho para a partir de entonces asegurar: “Veo la sombra gris y ya no sé que sucede”.

El siguiente recuerdo es su “despertar” con un bastón en la mano, que ha asegurado que él nunca había cogido ni llevado a la habitación de ella. “De la agresión no recuerdo absolutamente nada, no sé cómo se produjo el asunto. Sí recuerdo que empiezo a notar una sensación olorosa que me desconcierta, un olor desagradable”.

“Ana está tumbada completamente entre la mesa y los armarios, en el suelo. Me doy cuenta de lo que ha pasado: Ana está tumbada, supongo que estaría herida. No tenía mucha sangre. Está hablando y mueve todo. Me dice: ‘Santi, cariño’”, ha descrito.

Al ver todo eso “me fui de la habitación no podía ver aquello”, ha dicho tras señalar que él estaba en shock, dejó el bastón en la parte de abajo y cogió el coche de ella “completamente aturdido” para “agilizar las cosas”.

“Estaba fuera de mí y no me fijé en los detalles”, ha asegurado cuando le han preguntado si no vio heridas ni sangre en la cabeza de Ana, a quien “nunca” creyó que había matado.

“Empecé a acelerar y fui a la Policía foral de Estella”, ha recordado el acusado, para quien el fiscal pide 15 años y medio de cárcel, mientras que la acusación particular y la acusación popular piden 16 años.


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El agresor de Azagra no recuerda lo ocurrido y "nunca" pensó que había matado a su pareja