El 200 aniversario del nacimiento del actual Cuerpo de la Policía Nacional se ha celebrado también en Pamplona, con un acto en el que ha izado una gran bandera española y al que han acudido representantes de las diferentes policías y fuerzas que operan en Navarra, así como de otros estamentos civiles.
La presidenta de Navarra, María Chivite, junto a la delegada del Gobierno en Navarra, Alicia Echeverría, han presidido el acto en el parque de Antoniutti en el que han formado miembros de los diferentes servicios de la Policía Nacional con presencia en Navarra, con agentes de las comisarías de Pamplona y Tudela, o de las unidades de extranjería, los Tedax o de Intervención Policial.
Ante ellos, el Jefe Superior de Policía de Navarra, José María Borja, ha reconocido que el de hoy era "un día histórico para los más de 74.000 hombres y mujeres" del cuerpo, "una colosal obra colectiva construida a lo largo del tiempo por hombres y mujeres que han dado lo mejor de sí mismos".
Ha valorado la transformación experimentada por el colectivo en estos siglos, tanto en cuanto a medios como en ámbitos de lucha -desde la delincuencia común hasta la ciberdelincuencia actual, pasando por el terrorismo, la violencia machista, el crimen organizado, los delitos de odio o la trata de seres humanos, pero "siempre con el mismo espíritu de servicio".
Borja ha incidido en que desde su creación como actual Policía Nacional, el hito de "proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana" se ha topado con numerosas dificultades, pero se ha convertido "por méritos propios en una institución sólida, útil y fiable. Y ha ganado su capital más valioso, la legitimidad social".
Como "un gran equipo" ha definido el jefe de Navarra al cuerpo, que a día de hoy cuenta "con el mayor número de policías de toda su historia, con las mejores condiciones laborales y retributivas que nunca, con una formación que favorece un mejor servicio público", Es "una institución con infraestructuras más modernas y mejores equipamientos, mejores medios materiales, mejores vehículos policiales y mejores medios aéreos".
Y tras todo ello está la "profesionalidad como la piedra angular de nuestro trabajo y de nuestra actividad futura, que aspira a seguir avanzando con el ciudadano en el epicentro de todas nuestras actuaciones", ha reiterado para señalar el "orgullo" de todos sus miembros por pertenecer al colectivo.
Por su parte, la delegada del Gobierno en Navarra, Alicia Echeverría, ha respaldado el "profundo proceso de transformación" experimentado por este cuerpo, "una de las instituciones más valoradas por la ciudadanía".
Tras aludir al del terrorismo de ETA como "el más doloroso" de su historia, con 188 policías nacionales asesinados y muchos más heridos, ha aplaudido el final de la banda como "un triunfo sin paliativos y sin concesiones de nuestra democracia".
No obstante se ha centrado en otros capítulos más gratificantes, como la incorporación de la mujer a la Policía Nacional o de su lucha por la promoción de la igualdad de género, al tiempo que ha mostrado su "preocupación" porque la sociedad española no haya sido capaz de acabar todavía con "la mayor expresión de desigualdad de género, que es la violencia contra las mujeres en todas sus formas, física, sexual, de control, trata de mujeres y niñas".
Y en ese terreno ha valorado expresamente la labor de la Policía Nacional, por su defensa de las víctimas y de persecución de los agresores.
Poco antes se ha había registrado el momento central del acto, el izado de una gran enseña nacional a los acordes del himno de España que habían portado hasta su mástil diez personas, ocho de ellas agentes de diferentes cuerpos policiales y las otras dos, hijas de víctimas mortales de ETA, un gesto que quería evidenciar que "hoy y siempre" las víctimas serán "arropadas" por la Policía Nacional, ha dicho el conductor del acto.
También las víctimas, así como los agentes del cuerpo que en estos dos siglos de existencia han muerto en acto de servicio, han estado muy presentes en el homenaje que posteriormente se les ha rendido, con la colocación de una corona de flores bajo la bandera de España.
