Durante el verano, cientos de personas recorren la Comunidad foral en busca de unas vacaciones rurales o de rutas de montaña para disfrutar de las increíbles vistas que se pueden encontrar en Navarra.
Se pueden elegir entre cientos de rutas de todas las dificultades y según el tipo de actividad que se busque, también hay posibilidades. Hay quienes prefieren descubrir los bosques mágicos o caminos específicos que suben a cimas navarras. Sin embargo, para aquellos que quieren huir del calor y pasar un día 'fresco', pueden ir a las diferentes cascadas que hay por la geografía navarra.
En este artículo puedes conocer las mejores cascadas que visitar y disfrutar de un día completo en la naturaleza lejos del calor sofocante de la ciudad.
Es una de las más conocidas de Navarra y también de las más frecuentadas. Está situada en el Valle de los Secretos y se puede llegar haciendo una ruta circular donde pasarás por la Cueva del Ibón, el puente de Otsindundua y un bello puente romano.
Esta ruta se puede hacer en familia gracias al buen estado del camino, sin grandes desniveles. Partiendo del pueblo de Isaba son 10 kilómetros, verás la Peña Ezkaurre y a lo lejos las cimas de los Pirineos.
A los 40 minutos de ruta, hay un cruce de caminos señalizado y unos kilómetros más adelante deberás abandonar la pista y tomar el sendero que se adentra en el bosque por la izquierda.
La Cascada de Belabarce está justo tras pasar la pasarela que da acceso. La panorámica es espectacular y podrás bañarte en su fría agua.
Cerca de la cascada de Belabarce se encuentra la cascada de Arrako, un lugar de ensueño donde poder descansar y disfrutar de la pura naturaleza. Se llega por una ruta circular donde cruzarás hayedos, pinares y barrancos, donde podrás admirar la naturaleza en su máximo esplendor.
La cascada está encajada en un barranco, donde muchos también deciden practicar el barranquismo. El sendero hasta llegar a la cascada de Arrako está totalmente señalizado. Una vez pasado Isaba, por la carretera N-240, hay que dirigirse al kilómetro 47, donde comienza la aventura.
A la cascada de Arrako se puede llegar también desde la Venta de Juan Pito en una ruta de 5 kilómetros un poco más exigente pero por la que pasarás por lugares mágicos que merecen la pena.
La Cascada de Lerdengibel transcurre entre las localidades de Arrieta y Villanueva de Arce. La distancia de esta ruta es de apenas 3 kilómetros y por el camino te podrás encontrar con un precioso bosque de hayas. Estarás envuelto en plena naturaleza.
Es importante llevar calzado adecuado ya que en todas las rutas puede haber zonas donde el terreno este mojado y resbaladizo.
Si quieres explorar rincones nuevos, la Cascada del Cubo es un imprescindible. Tiene un recorrido de 2,8 kilómetros por una pista sin casi desnivel, perfecta para ir con niños.
Además, si quieres aprovechar el viaje, puedes hacer una ruta de senderismo que comienza en Irati y pasa por la Cascada del Cubo, Lizardoia y el Embalse. Un recorrido por la Selva de Irati que te dejará perplejo.
Si quieres continuar, puedes seguir con la ruta propuesta, si no, para y desconecta en este idílico lugar. Seguro que te lo has ganado. No te olvides de inmortalizar cada rincón, un lugar así no puede quedar solo en tu retina.
