• martes, 19 de marzo de 2024
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SAN FERMÍN

José Luis Nobel, el fotógrafo de Pamplona y San Fermín con más de mil premios

El pamplonés José Luis Nobel compaginó su pasión por la fotografía con el trabajo como funcionario en Correos y Telégrafos. Durante cuatro décadas hizo de la concursística fotográfica el sentido de su vida; fue laureado más de mil veces en certámenes regionales, nacionales e internacionales.

José Luis Nobel sobre un fondo de la plaza de toros de Pamplona y con atuendo sanferminero con sus inseparables cámaras.
José Luis Nobel sobre un fondo de la plaza de toros de Pamplona y con atuendo sanferminero con sus inseparables cámaras.

La vida de José Luis Nobel Goñi (Pamplona, 1937-2011) constituye un admirable ejemplo de perseverancia. Su padre falleció joven dejando viuda y un huérfano. En los difíciles tiempos de la postguerra, la mujer trabajó en diversos oficios para sacar adelante a su hijo; éste con 12 años entró a trabajar de maca en Correos y Telégrafos, en donde completó 44 años de vida laboral hasta su jubilación.

Se introdujo en el mundo de la fotografía en 1966 para hacer el reportaje del bautizo de su hija primogénita, Ana Carmen, para lo cual, por mediación de un amigo camionero, se agenció una cámara fotográfica de segunda mano, al inalcanzable precio de 1.500 ptas. (9 €). La experiencia le cautivó, le entró en vena y desde entonces la fotografía se convirtió en algo más que una afición: fue su pasión a la que dedicaba, en cuerpo y alma, sus ratos libres. Trabajaba hasta el mediodía en Correos, las tardes y noches se enfrascaba en la fotografía. Nunca quiso profesionalizarse.

16/06/1966 Foto de su mujer Mª Carmen y su hija Ana Carmen con su primera cámara (Foto José Luis Nobel, cortesía de la familia)
16/06/1966 Foto de su mujer Mª Carmen y su hija Ana Carmen con su primera cámara (Foto José Luis Nobel, cortesía de la familia)

En 1967 ingresó en la Agrupación Fotográfica y Cinematográfica de Navarra (AFCN); concursando en las “picotas” se curtió en la técnica. Instaló su primer laboratorio en el baño de su casa de la calle Tejería; durante las interminables horas de revelado los convivientes –mujer, hija y abuela- disponían de un orinal de emergencia por si surgía una necesidad perentoria. Aquello cambió cuando la familia se mudó a un piso en la calle Mayor, en el que José Luis ya disponía de un cuarto para su desmesurada afición y un balcón al corazón de la ciudad por donde discurren las grandes celebraciones.

En el año 1973, cuando ya contabilizaba más de cien trofeos, obtuvo el prestigioso primer premio del XVIII Salón Latino de San Fermín (Pamplona), con la foto titulada Al aire libre. Es un retrato de una mujer portuguesa con un niño en brazos, obtenida en un campamento de las cercanías de Pamplona. Por aquel entonces poseía cinco cámaras, se presentaba anualmente a unos 70 certámenes fotográficos y dedicaba, como mínimo, dos horas diarias al laboratorio.

1973 Al aire libre (Foto José Luis Nobel, cortesía de la familia)
1973 Al aire libre (Foto José Luis Nobel, cortesía de la familia)

Al año siguiente, con la misma fotografía consigue “el mejor expositor español” en la Bienal Fotográfica de Lisboa. En el año 1984, con ocasión de haber obtenido el primer premio Casiano Alguacil del Ayuntamiento de Toledo, manifestó que atesoraba más de 700 trofeos en sus vitrinas. Seis años más tarde alcanzaría los 900 premios. Finalmente, en cuatro décadas consagradas a la fotográfica llegaría a la anhelada cifra de los 1.000 galardones.

1981 Autoridad pensativa (Foto José Luis Nobel, cortesía de la familia)
1981 Autoridad pensativa (Foto José Luis Nobel, cortesía de la familia)

En contra de lo que se podía pensar, no hubo celebración; le faltaba su mujer, su musa, Mª Carmen que había fallecido en 2001. Detrás de la ingente obra fotográfica de Nobel, estaba el apoyo y comprensión de una mujer que renunció a mucho para satisfacer la insaciable afición del marido. Además, para colmo, tenía que limpiar la colección de trofeos que llegaban con asiduidad. No sabía dónde colocarlos, algunos se usaron a modo de macetas para plantas.

1973 Mª Carmen, su mujer (Foto José Luis Nobel, cortesía de la familia)
1973 Mª Carmen, su mujer (Foto José Luis Nobel, cortesía de la familia)

José Luis, tras positivar una foto, buscaba la “primera opinión” de su mujer: “-¿Carmenchu qué te parece? –Ella le respondía-: Josico me gusta, pero vas a hacer lo que te dé la gana.” No es de extrañar que en su viudedad José Luis no soportara meterse en el laboratorio, le faltaba “su primer apoyo”. Por eso dejó a un lado el blanco y negro para dedicarse más al color.

1980 Sin título (Foto José Luis Nobel, cortesía de la familia)
1980 Sin título (Foto José Luis Nobel, cortesía de la familia)

José Luis Nobel era muy popular en todo Navarra por haber sido galardonado en casi todos los concursos fotográficos de las poblaciones de la comunidad, muy en especial, en los organizados por Diario de Navarra (DN) -Sanfermines, verano e invierno-. Su afán en la competición fotográfica no tenía límites, acudía a certámenes regionales, nacionales, internacionales, o restringidos al personal de Correos y Telecomunicaciones. Ya jubilado también encontró concursos para la tercera edad.

1983 Unos de fiesta y otros... (Foto José Luis Nobel, cortesía de la familia)
1983 Unos de fiesta y otros... (Foto José Luis Nobel, cortesía de la familia)

El común denominador de las fotos de Nobel es que no están preparadas, no son posados, por eso transmiten frescura y espontaneidad. Su visión es tan sencilla como ingenua, sin intentar provocar la crítica social. Ahora bien, sus retratos de los míseros campamentos de las afueras de Pamplona desvelaron una realidad oculta: los migrantes marginados que malvivían a las puertas de una ciudad en pleno desarrollo industrial y económico del postfranquismo.

En los niños de etnia gitana encontraba:La viveza de sus ojos, esa mirada característica no se encuentra en otras personas… tienen una mirada con algo especial… esas miradas y esas expresiones no se pueden encontrar en ninguna parte. Es lo mío y me encanta”. “Para darle un aire de antigüedad, de más pobreza” viraba este tipo de fotos a sepia marrón. A modo de gracia llamaba a las fotos viradas “violadas”.

1980 Fumando (Foto José Luis Nobel, cortesía de la familia)
1980 Fumando (Foto José Luis Nobel, cortesía de la familia)

Mientras que José Luis se movía con relativa libertad por aquellas comunidades de portugueses, húngaros y de etnia gitana, el resto de fotógrafos no osaba meterse en aquellos avisperos de consecuencias imprevisibles. ¿Cómo lo hacía? Su hija Ana Carmen nos confiesa su secreto, aunque una vez tuvo que correr por la amenaza de una mujer con unas tijeras, gracias a su diplomacia y don de gentes salía invicto con las fotos de aquel ambiente hostil. Jamás dio dinero para aquellos improvisados modelos.

1986 Dos épocas (Foto José Luis Nobel, cortesía de la familia)
1986 Dos épocas (Foto José Luis Nobel, cortesía de la familia)

Era un indiscutible amante de los Sanfermines, en su juventud destacó como corredor de encierros. Naturalmente, como fotógrafo la fiesta era su tema favorito, buscaba en la calle el factor humano que siempre le caracterizó, en situaciones espontáneas y divertidas. Nobel era omnipresente en todos los acontecimientos sanfermineros, acarreaba hasta tres cámaras: dos con blanco y negro –zoom y gran angular- y otra con diapositiva color. Así llegaba a tirar en fiestas hasta 110 rollos de blanco y negro.

Un joven José Luis Nobel con camiseta de rallas, corriendo un encierro en el ruedo de la Plaza de Toros
Un joven José Luis Nobel con camiseta de rayas, corriendo un encierro en el ruedo de la Plaza de Toros

Al respecto, José Miguel Iriberri, en Plaza Consistorial de DN, lo calificó de “muy aplicado y muy cabezón” al calcular el fondo fotográfico sanferminero de Nobel en 118.800 instantáneas (110 carretes x 36 fotos x 30 años). Pues bien, Iriberri se quedó corto al no contabilizar los 30 rollos de diapositivas adicionales, con lo que al resultado debiéramos sumar unas 32.400 fotos.

1975 Vendiendo tortugas (Foto José Luis Nobel, cortesía de la familia)
1975 Vendiendo tortugas (Foto José Luis Nobel, cortesía de la familia)

Desafortunadamente no pudo conseguir el premio más codiciado para un fotógrafo pamplonés: el cartel de las fiestas de San Fermín. A punto estuvo de conseguirlo. Comentó con acritud que aunque había ganado el concurso fotográfico de diapositivas del encierro que, según la costumbre, servía para seleccionar el cartel, aquel año el Ayuntamiento no escogió su diapositiva para el cartel.

1968 Cuadrilla con ristras de ajo (Foto José Luis Nobel, cortesía de la familia)
1968 Cuadrilla con ristras de ajo (Foto José Luis Nobel, cortesía de la familia)

En sus instantáneas sanfermineras mantuvo su propio código ético, no le gustaban “los borrachos, ni la suciedad”, intentando que se viese “limpia Pamplona y las cosas agradables de nuestras fiestas”. Con los años y las canas reconocía con nostalgia que “Los Sanfermines de ahora no son como los de antes”, al mismo tiempo su afición languidecía “Ya no encuentro tantos (temas) como antes. Es que ya no me dedico a andar por la calle.”

1991 Qué derroche al Riau-riau en coche (Foto José Luis Nobel, cortesía de la familia)
1991 Qué derroche al Riau-riau en coche (Foto José Luis Nobel, cortesía de la familia)

Hizo tándem con J. J. Arazuri. De hecho, el fondo fotográfico del historiador-pediatra custodiado por el Archivo Municipal de Pamplona, contiene unas 300 fotografías cuya autoría es de Nobel. La contribución de Nobel ha quedado patente en la obra de Arazuri: los suplementos especiales de fiestas de DN, las portadas de los tres tomos de Pamplona, calles y barrios y en la Historia de los Sanfermines. También colaboró con el cineasta Antonio Ruiz. Fue muy querido en varias asociaciones sanfermineras al que titulaban “fotógrafo oficial”, como la peña Aldapa y El Estruendo.

1977 Esquiando por Mercaderes (Foto José Luis Nobel, cortesía de la familia)
1977 Esquiando por Mercaderes (Foto José Luis Nobel, cortesía de la familia)

Los miles de fotografías de José Luis Nobel abarcan cuatro décadas de la memoria de Pamplona y constituyen un testimonio etnográfico simpar que no debiera perderse. Esperemos que la familia tome la decisión para que ese ingente fondo fotográfico permanezca en la ciudad que José Luis tanto quiso y pateó. A su vez, el Consistorio deberá rendir homenaje de reconocimiento y agradecimiento a un notable que inmortalizó miles de momenticos de su ciudad.

1986 Pareja (Foto José Luis Nobel, cortesía de la familia)
1986 Pareja (Foto José Luis Nobel, cortesía de la familia)


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José Luis Nobel, el fotógrafo de Pamplona y San Fermín con más de mil premios