El restaurante San Ignacio, que ha sido durante más de 80 años uno de los referentes de la gastronomía navarra en Pamplona y que cerró recientemente sus cocinas con una cariñosa nota de agradecimiento de su propietaria, Nuntxi Moreno, en la puerta del establecimiento, se va a aconvertir en dos viviendas.
Tras su cierre, AM Gestión Inmobiliaria había puesto el local en venta, y recientemente, el Ayuntamiento de Pamplona ha dado luz verde a que Invaster SL, una empresa radicada en Azagra, dedicada a la compraventa, adquisición, tenencia y enajenación de valores mobiliarios y de participaciones sociales, acometa obras para transformar los 233 metros cuadrados del segundo piso del edificio, en el que se ubicaba el restaurante, en dos viviendas.
Según consta en la autorización municipal, la empresa tiene un plazo de seis meses para iniciar la reforma y un plazo máximo de ejecución de 90 días para llevarla a cabo.
Según el proyecto depositado en sede municipal, los 233 metros cuadrados del restaurante se convertiran en dos pisos con cédula de habitabilidad, uno de ellos tendrá 70 metros cuadrados y el otro 150.
Se trata de un edificio ubicado en un lugar inmejorable, al final de la avenida de San Ignacio, haciendo prácticamente esquina con el Paseo de Sarasate. La fachada principal del edificio da a los jardines del Palacio de Navarra, y el local a reformar dispone de cuatro balcones en esta fachada.
Como se recordará, y aunque en su momento el cierre pasó desapercibido, poco a poco se fue conociendo el final del restaurente gracias a la placa colocada por su antigua propietaria, Nuntxi Moreno, en el portal de acceso, y que decía así: "Tras más de tres décadas al frente del Restaurante San Ignacio, ha llegado el momento de poner fin a mi carrera profesional y como consecuencia al cierre del restaurante".
La antigua propietaria del local explicaba: "El hecho de que mi jubilación haya coincidido con la difícil realidad de la pandemia, ha hecho imposible una despedida que siempre imaginé tranquila, sin prisas y con palabras para cada una de las personas que han hecho posible este recorrido lleno de trabajo y pasión, que se ha visto correspondido con la fidelidad y el apoyo de muchas personas, entidades, empresas, proveedores y, por supuesto y muy especialmente, los clientes".
En la nota, Moreno se mostraba "consciente de que el negocio de la hostelería constituye una actividad que tiene un contenido social, afectivo y sentimental que le hace transcender de su significado puramente empresarial"; de ahí su " agradecimiento a todos los que, con su fidelidad, su cariño y en muchas ocasiones su amistad, nos han alentado a mantener la ilusión a lo largo de este tiempo y que han compartido esta perspectiva empresarial casi familiar y que forma parte de la esencia del San Ignacio".
Y terminaba esperando que "el tiempo nos dé oportunidades para vernos por Pamplona y poner el broche final a esos momentos compartidos".
