Después de una semana tan esperada para Osasuna y tan convulsa para el futbol español, volvíamos a la dura realidad liguera que es lo nuestro.
- domingo, 28 de abril de 2024
- Actualizado 08:26
Osasuna se presentaba en Valencia con algunas inquietudes después de una victoria fuera y una derrota en casa, con lo que al aficionado rojillo se le presentaban algunas dudas futbolísticas.
Contra los Ches, que habían ganado los dos partidos, tenían los rojillos la ocasión de sacar de dudas a sus aficionados.
Jagoba con una alineación distinta a las anteriores, 8 caras nuevas y 6 en la alineación titular procedentes de Tajonar, manda un buen mensaje al resto. Con Pablo haciendo de Torró en el eje, Jagoba no varía su 4-1-4-1 teórico para empezar; pero se ve desde un principio que el concepto “colaboración” era lo que primaba en todas las líneas.
La disputa de todos en cada jugada le llevó a Osasuna a adelantarse en el marcador y dejar ver en el campo que era un equipo a tener en cuenta; bien distribuidos contienen a los blancos y les dan a entender que lo van a tener difícil. Aimar hace de Torres y tira un buen penalty para el 1 a 0.
La segunda parte comienza con el cambio de Nacho Vidal por Kike Barja y sin cambiar el esquema. Pero esta segunda parte el Valencia demuestra por qué había ganado los dos partidos anteriores, pases constantes, aperturas a bandas y poco a poco mete a Osasuna en su área, Sergio Herrera se encarga de que no hagan gol hasta el minuto 80, que Hugo Duro apoyándose en David hace gol de cabeza, parecía imposible saltar más que el defensa.
Jagoba oxigena el equipo, pero los rojillos no consiguen mantener el control del balón, cuestión esta que hacen los valencianos a la perfección y consiguen atemorizar a Osasuna. Pero como todos sabemos que hasta que el árbitro no pita, el partido no acaba, aquí sí que hay que valorar la fe de Osasuna subiendo todos a rematar el córner; además como no son pequeños la intimidación en esos minutos es mucho mayor.
Bien por Nacho Vidal que, después de tantos días sin aparecer, estaba allí donde hace daño al adversario. Bien por los “nuevos” que han dado la cara al partido durante todo el tiempo que han estado en el campo como si fueran los más veteranos. A Pablo ya lo conocíamos, pero el partido de Iker Muñoz y Sergio Herrera, de sombrerazo.
Como siempre algunas reflexiones para el futuro:
¿Y si le damos un susto al Brujas?
¡Aúpa Osasuna!
