Partido muy importante e interesante el que se esperaba, aunque solo sea la segunda jornada, el que se presentaba en El Sadar, pero el encuentro de estos dos equipos, siempre es importante e interesante, sea la jornada que sea.
La frase de Jagoba: “si no tienes los cinco sentidos en el partido que tienes delante, te estas equivocando”; este dicho que se puede aplicar a cualquier lance de la vida misma, vale especialmente para este tipo de encuentros, pero hoy Osasuna no ha sabido aplicarse el cuento y resolver el problema ni de la forma más teórica ni de la más práctica.
Con una alineación y posicionamiento igual al de Vigo, excepto el portero, el equipo se ha plantado sobre el césped de El Sadar dispuesto a resolver la situación de la mejor forma que sabe. Pero una cosa es lo que se piensa y otra lo que el contrario te deja hacer y si además te busca las cosquillas, el resbalón era inminente.
El calor, el buen ambiente, los 20.000 espectadores que se dieron cita en el estadio y las ganas de futbol que todos teníamos, todo estaba a favor y casi resolvemos el partido en los 5 primeros minutos. Pero no, delante teníamos un equipo bien situado, con gran dominio del balón y sobre todo capacidad de desmarque; así fue que durante 30 minutos nos hizo ver a todos que los rojos no estaban a la altura de este partido, que se habían quedado en Vigo.
Cada pérdida o regalo de balón en el centro del campo, era un suspiro para ver qué pasaba esta vez; los Williams y Sancet se bastaban para indicar a los rojos de al lado cómo hacer las cosas sin grandes aspavientos, pero haciendo sufrir a todos, incluida la grada.
Es verdad que tuvimos dos ocasiones, Rubén y Mojica que, de haberlas hecho, el partido hubiera sido otro seguramente, pero no se hicieron, y a remar contra corriente tocaba.
Pensaba que en el descanso Jagoba algo cambiaría, pero no, Torró y Moncayola perdidos por el centro persiguiendo a los blancos del Athletic, Budimir a lo suyo no a los apoyos, Aimar no sabía qué hacer y cuando llegaban los balones a nuestros centrales, reclamaban apoyos cercanos para no lanzar siempre el balón o derivarlos constantemente a las bandas.
Hay cuestiones que las hemos repetido muchas veces: Ningún partido es igual al anterior, por lo que las respuestas tampoco han de ser las mismas, pues no sirven; las alternancias en el juego y en la utilización de los espacios es lo más conveniente, si no, no sorprendemos a nadie; a los hechos me remito, especialmente si estas uno más en el campo como en este partido.
A Jagoba lo he visto hoy muy remiso a mover el equipo de alguna forma, pero hoy no era su día.
Me gustaría matizar algunas cuestiones más, pero me quedo con tres de ellas:
- El ataque de un equipo depende en gran parte de los movimientos de los jugadores sin balón: hoy cero.
- Una regla de oro para todos los niveles es: Doy el balón y me muevo: hoy estaba prohibido moverse o desmarcarse con sentido.
- Si en un partido como el de hoy que juegas contra 10 y donde ha habido más de 50 centros malos, medianos y rocambolescos, ¿Qué ha hecho Budimir en el campo?
De la expulsión del Chimy, mejor no hablar.
