• sábado, 27 de abril de 2024
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Opinión / A mí no me líe

Txibite es la mejor publicidad para la sanidad privada

Por Javier Ancín

"Hoy todo es felicidad, más vale que nos gobiernan los defensores de la sanidad pública, ni una manifestación contra el gobierno nacionalista- socialisto, oye, porque te mueres esperando pero al menos el cartel de kolonoskopia que nunca llega es con k".

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Lo primero que hice nada más ver los resultados de las elecciones autonómicas, al constatar que volvía a repetir Txibite y que la cosa hospitalaria iba a seguir siendo el desastre que ya era, fue coger el móvil, buscar el teléfono de mi amiga Cris, del gremio sanitario, y rendirme.

-Oye, Cris, ¿eso de los seguros privados médicos cómo va? Creo que me voy a hacer uno.

Hace ya años que mis impuestos no van para sanidad porque -reinando ya Barkos, que cada política aguante su vela- cada vez que me aventuré a pedir cita para mi oftalmóloga pública, como había hecho toda la vida de Dios, me resultó imposible conseguirla. Por antecedentes familiares que no vienen al caso necesito no despistarme mucho con las revisiones y como el Servicio Navarro de Salud no me daba solución, me tuve que buscar una consulta privada.

Al tiempo, un amigo de unos parientes míos, muy defensor de la sanidad pública según me contaron, antiguo trabajador de ella, después de intentarlo de todos los modos, tuvo que operarse de cataratas en una clínica de pago porque lo público solo le respondía con silencio.

A los tres años, 3, sentada en el trono esta vez ya Txibite, se pusieron con recochineo en contacto con él, a ver qué quería. Hace un año y medio que me busqué la solución porque me iba a quedar ciego y me operaron en lo privado, fue su respuesta.

Total de la factura después de haber pagado toda la vida religiosamente sus impuestos, creyendo que cuando necesitara la sanidad pública navarra iba a seguir estando ahí: 3.000 euros. Puso una reclamación en bilingüe, porque también tiene el vicio del euskera, que obviamente no iba a servir de nada, como así ha sido. Archivada por la letra pe de papelerak. Gracias por participar. Agur.

Ahí ya asumí que todo lo relacionado con los servicios públicos básicos, como es el tema de la salud, se había jodido para siempre en Nafarroa. Finito. Caput. El otro día me lo confirmó mi amiga Cris.

-Estamos desbordados en la sanidad privada desde que gobierna Txibite. Yo no había visto un interés de la gente así jamás. Como el gobierno de progreso siga maltratando de esta forma a los usuarios del Servicio Navarro de Salud, se choteaba un poco ella, vamos a tener que sacarla a la de Cintruenigo en nuestros folletos porque es nuestra mejor campaña publicitaria: ¿Txibite o curarse? La sanidad privada responde. Ir a Beritxibitos puede esperar.

Qué legislaturas aquellas de otra época en las que nuestro mayor problema médico, los pifostios artificiales que se montaron a cuenta de las cocinas gestionadas por una empresa privada en los hospitales públicos navarros, era que la derecha navarrista, estando ingresado, no te servía trufa ni caviar y que las lentejas a veces llegaban a la habitación solo tibias.

Hoy todo es felicidad, más vale que nos gobiernan los defensores de la sanidad pública, ni una manifestación contra el gobierno nacionalista- socialisto, oye, porque te mueres esperando pero al menos el cartel de kolonoskopia que nunca llega es con k. Y eso es todo.


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