"Coronalzorriz, si se lo propone, puede acabar sin mucho esfuerzo de alcalde de Valladolid por el PSOE".
- domingo, 28 de abril de 2024
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Me pasa últimamente que me meto en internet a mirar las noticas de Navarra, antes de darle a la tecla, que ahora ya no es tecla sino luz en el iPad, y me acabo entreteniendo con lo importante, que casi siempre son cosas ajenas a la política.
¿Cuántos años tiene Brad Pitt? Vivo en una burbuja mental ajena a su foralidad y también al mundo. Cada vez siento un desapego más hondo de los políticos y sus cosas, sus gritos, sus ademanes chabacanos, sus gestos violentos y sus desvaríos que les hacen ganar unos sueldos elevados para la puta mierda de trabajo que desarrollan.
Ayer entré en un bar y estaba en la tele uno del PSOE, mal encarado, chuloputas, energúmeno como solo puede ser un tipo de izquierdas, de esa izquierda que quiere salvarte el planeta con tus costillas mientras ellos le comen el costillar - para ti, insectos- a alguna en cochazo de gasolina de alta gama camino de un yate de lujo. Tú en bicicleta, votante socialista, que alguien tiene que mantener la ficción del decrecimiento mientras tus líderes viajan ya no sólo a todo tren sino a todo avión y a todo barco.
Mientras buscaba fotos actuales de Brad Pitt, que siempre parece joven, pedí un café y seguí mirando con desgana a semejante espécimen que nos calzó Sánchez para darle la réplica a mordiscos a Feijóo, que se piensa que la actual política va de algo diferente a rebanar pescuezos y ponerlo todo perdido de sangre.
Pasa allí y pasa aquí. Las dos veces que me asomé a la tribuna de público en el Parlamento de Navarra, creyendo, pardillo de mí, que había algo interesante en ese lugar que mereciera ser escrito, solo me encontré con Coronalzorriz desbarrando con su verbo aguardentoso y navajero, siempre cazurro.
Cómo debía de ser de cafre el asunto que, a juzgar por el silencio denso e incómodo que se hacía en la sala tras sus salvajadas orales, el personaje y su show daba vergüenza ajena hasta a sus compañeros, que nunca lo reconocerán pero se les notaba. Solo se escuchaba el mover del culo en la silla incomodo y más de un carraspeo de por Dios bendito, que se olvide pronto esta intervención del portavoz del PSOE. Coronalzorriz, si se lo propone, puede acabar sin mucho esfuerzo de alcalde de Valladolid por el PSOE.
Por cierto, la gilipollez de convertir el congreso en una Torre de Babel, con su derroche de dinero público por la contratación de falsos autónomos y alquiler de pinganillos por un pastón, se les ha pasado en una sesión a sus señorías, que ya se ha escuchado más español que lengua regional. Dicen que prefieren que se les entienda a cuidar su lengua milenaria siempre en peligro de extinción. Je. Qué cosas. No podía saberse que los idiomas como signo identitario tienen un recorrido pequeño frente a su función única, comunicar con las personas.
En fin. Vayamos a lo importante. Rebuscando en wikipedia compruebo desolado que nació en 1963. Es decir, el 18 de diciembre de este año Brad Pitt cumple 60 castañas.
¡Sesenta pirulos, tú! ¡LX!, para que podamos entenderlo los que hemos nacido en una ciudad del imperio romano como Pompaelo.
Me he quedado flipado. ¿Pero cómo ha podido ocurrir semejante catástrofe? No sé si estoy preparado para vivir en un mundo donde Brad Pitt tenga ya 60 años. Es terrible.
Y eso es todo.
