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Opinión / A mí no me líe

El fútbol femenino es más política que deporte

Por Javier Ancín

La turbiedad que transmite hoy ese grupo de jugadoras que han conseguido su objetivo, gracias al gobierno, de cepillarse a un profesional, no creo que sea muy compatible con los valores del deporte.

PAMPLONA, 11/10/2022.- El entrenador de la selección española de fútbol, Jorge Vilda, durante del partido amistoso ante Estados Unidos, este martes en el estadio de El Sadar, en Pamplona. EFE/Jesús Diges

El resumen de lo que pasa en el fútbol femenino nos lo ha regalado el gobierno de Sanchez en el BOE.

Se supone que querían condecorar a las jugadoras y han acabado entregándole esa medalla hasta a una influencer que, por lo que leo, había sido concursante de supervivientes y que compartía nombre, que no apellido, con una de las ganadoras del mundial.

Es decir, el fútbol femenino no le importa a (casi) nadie y al gobierno del PSOE y de Podemos/Sumar, mucho menos, pero le viene bien para sus líos y sus ideologías y sus políticas del delirio, sus cortinas de humo y sus trincheras. Como deporte se la resbala, porque solo alguien que no entiende nada impondría cesar al entrenador que, contra viento y marea, y pese al boicot sufrido por quince jugadoras, consigue montar un nuevo bloque con otras quince, se supone que de peor nivel, y acaba ganando la copa del mundo.

Al final tampoco sabemos por qué se han cargado realmente al entrenador campeón. Por aplaudir, dicen. La nueva que han puesto, segunda del despedido, también aplaudió al cazurro de Rubiales así que por eso no ha podido ser.

Lo único cierto en toda esta historia es que llevaban meses insinuando, dejando entrever, revoloteando sobre delitos gravísimos contra el tipo ese pero nunca concretaron nada. Nadie salió a explicar si el tío era un acosador, un pervertido, un maltratador o un violador como, a poco que pusieras la oreja, se sobreentendía en este movidón. O no era nada, que no es la primera vez que algo así ocurre, que varias de esas jugadoras, hace dos años, ya consiguieron fulminar, con insinuaciones y motivos nunca tampoco aclarados, tras ganar liga, copa y Champions, al entrenador de su club, el FC Barcelona.

¿Cuáles fueron lo motivos reales del conflicto? Porque después de meses yo solo he leído vaguedades que no justifican ni una destitución ni un boicot a la selección. ¿Por qué las jugadoras nunca explicaron realmente el asunto?

Lo que no puede ser es que cada vez que haya un conflicto laboral donde se vean implicadas unas trabajadores y un hombre, es decir, cualquier grupo de trabajo actual del sector que sea, siempre acabe saliendo el tema sexual por medio, pero no como algo concreto, con una denuncia clara y al juzgado, sino como algo difuso, que destruya la reputación del tío y a su vez incline la balanza hacia el lado de las mujeres pero sin que nadie se responsabilice del rumor, sin que el asunto deje de ser nunca un chisme. No se puede tolerar eso porque al final, ese comodín, contra quien va es contra personas que no pueden defenderse porque no se les acusa de nada en concreto.

Si lo que quieren es convertir el fútbol femenino en el juguetito de unos políticos sin escrúpulos, allá ellas, pero si quieren seguir siendo futbolistas y no políticas, más les valdría salir rápidamente de ese pozo infecto que lo tritura todo y explicar mejor las cosas, para que nos enteremos qué está pasando realmente con el fútbol femenino.

La turbiedad que transmite hoy ese grupo de jugadoras que han conseguido su objetivo, gracias al gobierno, de cepillarse a un profesional, no creo que sea muy compatible con los valores del deporte.

Pensaba bajar con una niña pequeña de la familia, en cuanto empezara la competición  ahora en septiembre, a ver partidos de la liga femenina en Tajonar porque yo adoro el fútbol, amo el fútbol, me gusta el fútbol sobre todos los deportes y quería enseñárselo; pero visto los tintes tan extraños que está adquiriendo este deporte, casi mejor que me la llevo a ver baloncesto, que tiene una atmósfera mucho más sana y menos política que esta en la que han metido al fútbol femenino.

La pelota esta vez la han manchado quizás de una forma ya irreversible. Y eso es todo.


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