Si eres amigo del PSOE, el PSOE te indulta. Si eres amigo del PSOE, el PSOE te amnistía. Si eres amigo del PSOE, el PSOE te quita los delitos del código penal que cometiste, para que ya no tengas que responder por ellos. Si eres amigo del PSOE no te colgarán una lona de un edificio con tu cara, como hicieron con el hermano de Ayuso, al que no han podido empurar porque no había cometido ningún delito, pero con algo había que joderle a su hermana.
Si eres amigo del PSOE no hay hermana yo sí te creo (aunque tengas un parte médico que certifica que hubo violación), ni el violador eres tú, ni mandangas de esas que solo operan las podemitas cuando no hay un amigo del PSOE por el medio.
Si eres amigo del PSOE te puedes ir de putas, de muchas putas, pero muchísimas, que la obsesión por lo desmedido la adquieren yo creo que desde que les dan el carnet, que ninguna feminista pondrá el grito en el cielo, ninguna Belarra te dará el coñazo. El coñazo lo reservan para los inofensivos que van en el metro sin llevar las rodillas fusionadas o para los que decimos coñazo, un lenguaje sexista intolerable. ¡Cancelad a ese hombre, ha usado una metáfora!
Lo qué le gusta a estos del PSOE, por una cosa u otra, andar enredados con putas y en negocios turbios y en mundos sórdidos y detenidos por violaciones, siempre presuntas, que los amigos de papá, siempre presuntos también, solucionan al instante y discretamente, ahí no aparecen nunca cámaras de televisión para filmar maderos (caballero, caballero... la mascarilla) que te meten esposado en el coche agarrándote la cabecica, como en las pelis, de forma presunta, faltaría más.
Y como oses aflojar el paso un poco y pararte a mirar con cara de asombro, siempre aparece alguien de la nada que te lo impide: fuera, largo de aquí, circule, pringado -de presunto aquí el pringado no tiene nada, es un pringado comme il faut, con todas sus letras- en este lugar no hay nada que ver. Son las costumbres del PSOE y hay que respetarlas, parece.
Mientras el PSOE hace de forma absoluta lo que les sale de los cojones -para esto no tienen problema con el lenguaje inclusivo, esto lo hacen a lo macho. Sánchez tiene que ser presidente y Sánchez va a ser presidente por una cuestión de gónadas masculinas-, tengo delante de mí una multa de aparcamiento que no quise pagar al ayunta de una ciudad de cuyo nombre no quiero acordarme, sociata ella, un poco por hartura -a los pringados no nos indultan, sobre nuestras costillas soportamos el peso económico de las fiestas del PSOE-, y otro poco por curiosidad, para ver el nivel de eficacia en el cobro de esa gente.
Ya me han envidiado unas cuantas cartas para reclamarme la pasta. Actualmente estoy en fase de embargo, con sus correspondientes intereses, porque yo no soy amigo del PSOE y cometí el pecado intolerable, una actitud terrible, de olvidarme de poner un ticket en el salpicadero del coche. Al final la broma me va a salir más cara que haberme afiliado al PSOE -como lo están Santos Cerdán y Coronalzorriz o el portero aquel de club de compañeras feministas que Ábalos hizo consejero de Renfe, por ejemplo-, usar un coche público y correrme una juerga de las de Tito Berni con bien de putas y farlopa a raudales, que paga el sufrido contribuyente.
Y seguro que los de Podemos y demás aberchándales encontrarán antes el modo de llamarme machista a mí por no haberla pagado, que a los de las fiestas aquellas, que no quisieron saber ni quienes las protagonizaron, porque todos eran amigos del PSOE.
Si eres amigo del PSOE tienes barra libre para lo que quieras, que no te dicen ni Irroña.
Y eso es todo.
