• jueves, 02 de mayo de 2024
  • Actualizado 08:14

Blog / Cartas al director

La señora Chivite y los diferentes en Navarra

Por La voz de los lectores

Carta enviada por Ignacio Janin. 

La presidenta del Gobierno, María Chivite durante la sesión plenaria. PABLO LASAOSA
La presidenta del Gobierno, María Chivite durante la sesión plenaria. PABLO LASAOSA

Refiriéndose a la concentración que tuvo lugar este pasado domingo en Pamplona, la Sra. Chivite dijo que "la foto de hoy es la del PP, Vox y UPN, partidos incapaces de acordar con nadie que no sea entre ellos mismos”. Le dijo la sartén al cazo.

Porque, que yo sepa y desde hace mucho tiempo, el PSN únicamente es capaz de alcanzar acuerdos con su grupito de socios: Geroa Bai (partido progresista donde los haya), Podemos (o cualquiera de sus sucedáneos) y EH Bildu. Y se muestra incapaz de acordar nada con quien no esté entre los susodichos. Con lo que resulta que el PSN tiene al menos las mismas dificultades de diálogo que la Sra. Chivite achaca a los partidos de la derecha.

Con alguna diferencia. Porque a continuación la Sra. Chivite califica a aquellos partidos de “escorados por la ultraderecha a posiciones alejadas de la mayoría social”. Y me pregunto cómo se puede tildar a estos partidos –que nunca han apelado a nada que pueda parecerse a la violencia– de estar escorados por un lado, cuando el suyo debe de estar a punto de irse a pique por el otro, desde que se echó en brazos de los que todavía hoy siguen sin condenar los cuarenta años de terrorismo y los casi mil muertos de ETA. Si unos son ultraderecha ¿cómo hay que calificar a los socios de la Sra. Chivite? Porque llamarles sólo ‘ultraizquierda’ resulta corto y no refleja el hedor a putrefacción que, con tal asociación, despiden tanto unos como otros.

La Sra. Chivite no está para dar lecciones en este terreno, ni para presumir de nada, cuando a lo largo de estos años y en distintas ocasiones, los partidos de la derecha se han ofrecido a negociar con el PSN diversos asuntos sin que más de una vez sus representantes hayan sido ni siquiera recibidos. Pero es que en 2020 UPN llegó incluso a ofrecer a la Sra. Chivite –sin contrapartidas– su apoyo para sacar adelante los Presupuestos Generales de 2021, siempre que no estuvieran previamente cocinados con Bildu. Se aprobaron por supuesto los que ya estaban pactados, porque una vez más se aplicó el principio de que ‘a la derecha, ni agua’.

La conclusión de la Sra. Chivite es la de que "los gobiernos se construyen con mayorías parlamentarias y con acuerdos entre diferentes”. La exitosa expresión de ‘acuerdos entre diferentes’ es una de esas frasecitas salidas de las cocinas de algunos partidos, en cuyos fogones se cuecen desde los ingeniosísimos pareados sindicales para la manifestación de turno hasta los eslóganes y consignas que han de repetir como papagayos todos los líderes y lideresas de la cosa durante días, meses o años o, según las circunstancias, durante toda la campaña o toda la legislatura.

La expresión ha triunfado porque traslada la idea de que quien la propone es gente abierta, dispuesta a escuchar a los ‘diferentes’ y a recibir de forma positiva sus propuestas, en contraposición a quienes, cerrados en sus principios, son incapaces de hacerlo. Pero, aunque parece una expresión sugestiva, no es para nada inocente. En realidad es un eufemismo. Yo diría que el PSN empezó a utilizarlo al poco de constituir su gobierno de 2019. Con unos términos aparentemente positivos pretendían (y parece que lo han logrado) no sólo justificar, sino ensalzar el inicio de sus conversaciones (más tarde, negociaciones y pactos), no con tal o cual grupo o partido, sino con los sucesores y herederos de la mismísima banda de asesinos, que, entre varios cientos más de víctimas mortales, tenían en su haber haberles arrancado la vida (y a alguno hacía poco más de diez años) a sus compañeros socialistas Germán González, Enrique Casas, Vicente Gajate, Fernando Múgica, Francisco Tomás y Valiente, Fernando Buesa, Juan Mari Jáuregui, Ernest Lluch, Froilán Elespe, Juan Priede, Joseba Pagazaurtundúa o Isaías Carrasco.

La repulsión que debería producirle a la Sra. Chivite el solo hecho de tener delante de su vista a quienes siguen sin abominar de los crímenes de sus conmilitones se ha convertido, en estos años, en motivo para alardear de su propia capacidad de diálogo y de negociación. Con pactos que, por cierto, no han contribuido a desarrollar los programas del PSN, sino a cumplir los que va imponiendo Bildu, que, como todos sabemos, consisten en ir borrando todas las señas de identidad de Navarra y empobreciéndola, hasta alcanzar el objetivo de integrarla, como la hermana pobre y cenicienta, en el futuro Estado Libre de Euskalerría. Pero había que aceptar tanta náusea si se quería conservar las poltronas. En eso consiste la gran habilidad de la que presume la Sra. Chivite para ‘llegar a acuerdos con los diferentes’, la misma que tuvieron antes el conde Don Julián, Vellido Dolfos y un tal Judas”.

Carta enviada por Ignacio Janin. 

  • Los comentarios que falten el respeto y que no se ciñan al tema de la noticia, podrán ser eliminados.
  • Cada usuario será el único responsable de sus comentarios.
La señora Chivite y los diferentes en Navarra