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Blog / Cartas al director

No podemos más. Nuestros pacientes y nosotros nos merecemos “otra cosa”.

Por La voz de los lectores

"Tal es la sobrecarga crónica que soportan estos médicos, que uno de ellos ha solicitado la renuncia a su plaza por no poder soportar más esta situación y por ver afectada su salud por ello.

Centro de salud de Mendillorri. GOOGLEMAPS
Centro de salud de Mendillorri. GOOGLEMAPS

Desde hace semanas, toda la población dependiente del Centro de Salud de Lezkairu, está siendo atendida por un número de médicos muy inferior al mínimo necesario; algunos días por un solo médico (este lunes, por ejemplo). Tal es la sobrecarga crónica que soportan, que uno de estos compañeros ha solicitado la renuncia a su plaza por no poder soportar más esta situación y por ver afectada su salud por ello.

Es, probablemente, el centro con mayor crecimiento de población, superándose las 2000 TIS (cartillas) por cada médico (cuando lo recomendado por las sociedades es de unas 1350). Llevan meses esperando la creación de un nuevo cupo médico que descargue los actualmente sobresaturados.

Lo mismo está pasando Mendillorri. De los 8 cupos reconocidos como necesarios, sólo hay creados 6,5 y desde hace tiempo, sólo 4,5 tienen titular. Hace una semana, la situación fue extremadamente complicada tras una baja de última hora, más que justificada, que se sumaba a las otras 2 plazas sin médico.

Recordamos que esta situación se está dando también en muchas localidades por toda Navarra: Peralta, Alsasua, Elizondo, Estella, Cizur, Huarte, Valtierra, Corella, Pamplona (Rochapea, San Juan, Ermitagaña, Lezkairu…).

Tal y como hemos dicho de Mendillorri, varios cupos están sin médico frecuentemente, y son atendidos lo mejor posible, (con una sobrecarga y presión importantes) por los que quedan en el centro. Trabajar así hace que no consigamos atender a nuestros pacientes como nosotros quisiéramos y aumenta el riesgo de cometer errores, que nadie desea.

El martes 7, la Gerencia de Atención Primaria comunica que 2 médicos de otra comunidad habían manifestado su interés en venir a Navarra. El primero de ellos iba a ser destinado a Mendillorri y el segundo, a otro centro de Pamplona, empezando justo al día siguiente.

Tras recibir esta tan ansiada noticia, el personal de Admisión comienza, de forma inmediata, a gestionar la puesta en marcha del cupo, redistribuyendo los pacientes citados y repartidos entre los demás cupos, y avisando a los pacientes de tan grata noticia, que todos reciben esperanzados y con cierto alivio, por la situación precaria previa.

Pero la alegría dura poco. A las 3-4 h, desde la Gerencia se les avisa de que, al volver a contactar con los dos médicos para formalizar el contrato, éstos habían cambiado de opinión, y no venían a Navarra. Y ahora, a volver a avisar a los pacientes de que se vuelven a quedar sin titular médico y con los retrasos en la citación por no haber huecos disponibles para cita con otros médicos.

Como era de esperar, lógicamente, no todos aceptan de buen grado la situación. Pero algunos descargan su frustración con los administrativos que les comunican lo sucedido, manifestando su enfado o por teléfono o acudiendo al propio centro, produciéndose situaciones realmente violentas.

No estamos seguros de la causa de lo sucedido en este caso y por qué esos 2 médicos no han venido a trabajar a Navarra. Lo que sí tenemos claro es que las condiciones laborales, incluidas las retributivas, que se ofrecen en otras comunidades, son bastante más atractivas que las de Navarra.

Destacar finalmente que esta situación de falta de médicos está minando a todos los profesionales de los Centros de Salud y que, nuestros compañeros médicos, a los que representamos, están presentando síntomas de afectación por la sobrecarga crónica, que requiere medidas urgentes.

Es preciso cumplir la Instrucción dada por el Gerente del SNS-O sobre la confección de las agendas para que los pacientes en ellas citadas puedan ser atendidos con garantía y calidad asistencial y nuestros médicos estén en condiciones de hacerlo.

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No podemos más. Nuestros pacientes y nosotros nos merecemos “otra cosa”.