La Audiencia Provincial de Navarra ha condenado a 4 años de prisión a un hombre por detención ilegal del novio de su hija, cuando éste se trasladó hasta Cintruénigo para conocer a la chica, con la que había tenido una relación por internet. También se ha condenado al padre a cuatro meses de prisión por un delito de lesiones.
La sentencia de la sección primera, que no es firme, absuelve a la mujer y al hijo del condenado, todos ellos naturales de Marruecos y vecinos de Cintruénigo, de la detención ilegal y del delito de lesiones del que se les acusaba.
Asimismo, les absuelve del delito de detención ilegal de su hija y hermana, si bien al padre le impone la prohibición de aproximarse a ella en cualquier lugar donde se encuentre, de acercarse a su domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro que sea frecuentado por ella y comunicarse por un tiempo de un año superior a la duración de la pena impuesta.
A los tres les condena como autores de una falta de lesiones a la pena de dos meses de multa con una cuota diaria de seis euros y al padre además la privación del derecho a la tenencia y porte de armas durante un año y un día.
El fallo considera probado que el 25 de agosto de 2014, el acusado, residente en Madrid, se trasladó a Cintruénigo para conocer a B.E., con quien había tenido una relación por internet, y se alojó en un hotel.
Sobre las 21 horas quedó en una calle, cerca de la vivienda de la mujer, y en ese momento aparecieron el padre y el hermano de ella, que le trasladaron a su domicilio.
Una vez allí, según la resolución, el padre le golpeó con un palo en diversas partes del cuerpo, el hijo le propinó "puñetazos en la boca y en la cara" y la madre, que se encontraba en el domicilio "le arañó".
Después llegó a la cocina la hija, quien fue golpeada por el padre con el mismo palo, tras lo que, según añade, ató de pies y manos al hombre y le amordazó con una cinta, encerrándole en un cuarto pequeño.
Transcurridos unos veinte minutos, una persona amiga de los acusados le cortó las cuerdas y consiguió huir de la vivienda, descalzo y sangrando, regresando al hotel. Allí acudió la policía.
El hombre sufrió lesiones que tardaron en curar 31 días, de los que 10 permaneció incapacitado para sus ocupaciones habituales y le ha quedado como secuelas una rodilla dolorosa. La mujer presentaba lesiones que curaron sin secuelas en diez días.
En la vista oral ella se acogió a su derecho a no declarar contra sus padres y hermano.
El hombre, que ahora es familia de los acusados al haber contraído matrimonio con la hija, respondió solo a algunas preguntas que se le formularon durante el interrogatorio, retractándose de lo declarado en fase de instrucción en el sentido de que: no le golpearon, ni le llevaron a una habitación donde no le ataron las manos, a ella no le pegaron, no llamó a la policía desde el hotel, estaba borracho y no recordaba lo sucedido.
Los agentes de policía que acudieron al hotel, el registro posterior de la vivienda de los acusados y los informes médicos forenses evidenciaron la detención ilegal y las lesiones.