Los cuerpos policiales que operan en la Comunidad Foral han registrado 35.090 infracciones penales, un 5% más que en 2022, cuando fueron 33.409.
Navarra ha cerrado 2023 con una tasa de criminalidad de 52,2 infracciones penales por cada 1.000 habitantes, un punto por encima de la media nacional, en un ejercicio en el que han aumentado los homicidios dolosos y los asesinatos consumados y en grado de tentativa.
Los cuerpos policiales que operan en la Comunidad Foral han registrado 35.090 infracciones penales, un 5% más que en 2022, cuando fueron 33.409.
Son datos del Balance de Criminalidad que ha publicado el Ministerio del Interior y que recoge la evolución de la criminalidad en España registrada en el año 2023 por los Cuerpos de Seguridad del Estado (Policía Nacional y Guardia Civil), los Cuerpos de Seguridad dependientes de las comunidades (Ertzaintza, Mossos d'Esquadra y Policía Foral), y por aquellos Cuerpos de Policía Local que facilitan datos a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Destaca el incremento de los homicidios dolosos y los asesinatos consumados, que pasaron de 3 a 6, y lo hicieron también los homicidios dolosos y los asesinatos en grado de tentativa, que pasaron de 21 a 32 (52,4%).
En la línea de los últimos años, aumentaron los delitos contra la libertad sexual conocidos, y lo hicieron en un 30,2%, al pasar de 321 a 418. En lo relativo a las agresiones sexuales con penetración, esta subida fue del 6,6% (pasan de 76 a 81), y mayor –del 37,6%- en el caso del resto de delitos contra la libertad sexual (que pasan de 245 a 337).
En un 15,2% crecieron las sustracciones de vehículos (que pasan de 132 a 152). El incremento fue del 10,7% en el caso de los robos con violencia e intimidación (de 422 a 467).
Aumentaron también los hurtos, en un 6,8% (de 8.108 a 8.661), y en un 2,8% lo hacen los robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones (que pasan de 1.464 a 1.505).
Los delitos por tráfico de drogas crecieron un 7,5% (de 147 a 158) en un año en el que no se registró ningún secuestro, frente a los dos de 2022.
Además, descendieron en un 6,4% los delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria (de 404 a 378), así como el resto de la criminalidad convencional, que lo hace en un 2,1% (de 16.886 infracciones a 16.528).
Respecto a la cibercriminalidad, se produjeron 6.785 delitos, lo que supone un incremento del 23,4%. Aumentaron en un 25,9 % las estafas informáticas (de 4.816 a 6.061) y en un 6% el resto de ciberdelitos (de 683 a 724).
La tasa de detenidos e investigados durante el año pasado fue de 156 por cada 1.000 infracciones penales. Y el porcentaje de infracciones penales esclarecidas fue del 32,1%.
El Balance de Criminalidad recoge el desglose de municipios de más de 20.000 habitantes, entre los que figura el Valle de Egüés, donde el número de infracciones penales aumentó un 14,7% (de 634 a 727), lo que dejó una tasa de criminalidad de 32,9 infracciones penales por cada 1.000 habitantes.
En Pamplona subieron las infracciones penales en un 3,9% (de 14.830 a 15.405) y la tasa de criminalidad fue de 74,9; en Tudela, el incremento fue del 6,5% (de 2.405 a 2.561) y la tasa de fue de 68 y en Burlada bajaron las infracciones penales un 0,4% al pasar de 673 a 670, con una tasa de criminalidad de 32,1.
