Un pueblo muy cercano a Navarra ha decidido adoptar una estrategia única para revitalizar su vida social: ofrecer su único bar a aquellos dispuestos a llamarlo hogar para que los vecinos dispongan de un sitio de reunión.
Con tan solo 56 habitantes censados, la localidad enfrentaba el desafío de mantener vivo su espacio de encuentro comunitario, un bar que, durante los últimos 25 años, había sido llevado por la misma familia, la cual, debido a la edad, no podía atenderlo con la frecuencia deseada.
Ante esta situación, los residentes en Riocavado de la Sierra (Burgos) idearon una solución ingeniosa: ofrecer una vivienda de forma gratuita a cambio de que alguien se hiciera cargo del bar, una iniciativa que buscaba reavivar la vida social en el pueblo y crear un punto de reunión para la comunidad.
El anuncio, publicado hace unas semanas, captó la atención de aquellos en busca de una nueva aventura, y pronto recibieron cerca de una veintena de llamadas, de las cuales solo cuatro fueron consideradas ofertas serias.
Finalmente, la encargada de llevar las riendas del bar resultó ser una pareja joven y emprendedora: Marlon Gonzalo, de Costa Rica con nacionalidad española, y Cleisabel Brito, de Venezuela. El 28 de diciembre, abrieron las puertas del establecimiento después de que el Ayuntamiento los seleccionara como la mejor opción entre las propuestas presentadas.
El bar, construido en 2010 y dotado de una terraza para las estaciones cálidas, ofrece el escenario perfecto para atraer a nuevos visitantes y residentes. Marlon y Cleisabel, con entusiasmo y determinación, planean transformar radicalmente el establecimiento.
Su visión incluye la oferta de desayunos, aperitivos, platos combinados y menús para satisfacer los gustos de los habitantes locales y de la comarca. Lo notable es que, como parte del acuerdo, solo tendrán que cubrir los gastos de electricidad del bar, ya que el Ayuntamiento les otorga 400 euros mensuales para su alojamiento.
En cuanto a la vivienda, la pareja ha decidido utilizar la subvención del Ayuntamiento para sufragar el alquiler en el pueblo más cercano, Barbadillo de Herreros, a unos seis kilómetros de distancia, ya que Riocavado de la Sierra carece de opciones de alojamiento disponibles.
Su compromiso con la comunidad es evidente en sus declaraciones a la prensa local: “Queremos echar raíces aquí, en Riocavado. Las condiciones son excelentes, el pueblo se ha portado de maravilla y lo único que tenemos que tener es responsabilidad y compromiso”.
En las redes sociales, expresaron su gratitud a los vecinos por abrirles las puertas a este hermoso lugar y por la cálida bienvenida que han recibido. Estos comentarios reflejan no solo su agradecimiento personal, sino también la esperanza de convertirse en miembros activos de la comunidad y contribuir al renacer de esta localidad burgalesa.
Los habitantes del pueblo, por su parte, esperan con entusiasmo que el nuevo establecimiento abierto a finales de diciembre inyecte vida social a Riocavado, actuando como un imán que atraerá a más personas a buscar su nuevo hogar en este rincón encantador.
La iniciativa no solo representa una solución innovadora para enfrentar los desafíos demográficos y sociales en áreas rurales, sino que también destaca la importancia de la colaboración y la creatividad comunitaria en la búsqueda de un futuro próspero para estas localidades únicas.
