• martes, 19 de marzo de 2024
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SOCIEDAD

La brutal reforma de un establo, convertido ahora en casa, se lleva el premio a la mejor rehabilitación de Navarra

Estitxu García e Iñaki Ciriza son los artífices de esta obra en la localidad de Bidaurreta.

Reforma de un establo en la localidad de Bidaurreta. CEDIDA
Reforma de un establo en la localidad de Bidaurreta. CEDIDA

La rehabilitación de un antiguo establo en desuso ubicado en la localidad de Bidaurreta y su conversión en una moderna vivienda de dos plantas por parte de una pareja que, de esta manera, optó por irse a vivir al medio rural ha resultado ser finalmente el proyecto que ha obtenido el reconocimiento a la mejor rehabilitación en la segunda edición del premio Biziberri.

La pareja promotora de este proyecto, formada por Estitxu García e Iñaki Ciriza, ha recogido este miércoles de manos del vicepresidente y titular de Vivienda del Gobierno de Navarra, José Mª Aierdi, y del director general Eneko Larrarte la placa que simboliza este galardón que se entrega cada dos años para poder colocarla en el edificio como un reconocimiento de buenas prácticas en materia de rehabilitación.

En un reducido encuentro de seis personas que se ha celebrado en el Palacio de Navarra, que esta ocasión -dadas las circunstancias del Covid-19- ha sustituido a un acto social alrededor de los premios Biziberri que sí se produjo en la pasada edición hace dos años, el vicepresidente Aierdi ha destacado que el proyecto de Bidaurreta "representa perfectamente el espíritu que promueve Biziberri para recuperar nuestro patrimonio construido y hacer de la rehabilitación una palanca que dota de vida y alma a nuestras ciudades, barrios y pueblos".

Además, ha subrayado que en esta ocasión se da la circunstancia de que "se premia una apuesta personal por volver a vivir en el entorno rural y de nuestras anteriores generaciones, en pequeñas localidades actualmente amenazadas por el fenómeno de la despoblación".

La intervención de Bidaurreta era uno de los proyectos que optaban al premio bienal Biziberri, junto con otras seis propuestas que fueron seleccionadas el pasado mes de octubre por las Oficinas de Rehabilitación de Viviendas y Edificios (ORVE) entre más de 2.000 expedientes tramitados en estos dos últimos años, desde la pasada edición en noviembre 2018.

El proyecto ganador de esta segunda entrega ha consistido en la recuperación de un establo aprisco de más de un siglo de antigüedad, propiedad de la familia de la pareja que ha acometido su rehabilitación y hasta ahora en desuso.

Iñaki Ciriza y Estitxu García han hecho una apuesta personal por trasladarse a vivir al medio rural, concretamente a Bidaurreta, una pequeña localidad de 170 habitantes en la Comarca de Pamplona y a 20 kilómetros de la capital navarra, y acompañados y asistidos por la ORVE de Burlada en el expediente de rehabilitación protegida con un 30% de ayudas sobre un presupuesto subvencionable de 80.000 euros, decidieron recuperar este antiguo establo y convertirlo en su vivienda habitual.

El proyecto ha sido diseñado por el arquitecto Ramón Andueza y su interior acondicionado por el decorador Ignacio Beloqui, quienes también han asistido a la entrega del premio junto con la pareja promotora.

El vicepresidente Aierdi ha agradecido su esfuerzo a la pareja ganadora por "su apuesta personal y la importante inversión" que asumieron para recuperar esta casa de Bidaurreta y ha puesto en valor "el importante papel que asumen las personas promotoras o las comunidades en proyectos de rehabilitación, que con su labor de recuperación de edificios en desuso o de mejora de la ciudad construida contribuyen a la regeneración urbana de barrios y pueblos y a desarrollar un urbanismo más humano y social como alternativa a las nuevas expansiones residenciales en las periferias".

Asimismo, el consejero ha destacado el papel que desempeñan los profesionales de las nueve ORVE y oficinas de Nasuvinsa distribuidas por toda la geografía navarra (en Pamplona, Tudela, Burlada, Estella, Tafalla, Sangüesa, Aoiz, Santesteban y Lacunza) en las labores de asesoramiento, asistencia técnica y acompañamiento en toda la tramitación de los expedientes de rehabilitación protegida y de las subvenciones que concede el Gobierno de Navarra, entre el 20% y el 40% del presupuesto, y a partir de este año con ayudas complementarias para envolventes térmicas de edificios de vivienda colectiva.

"Las y los técnicos de las ORVE son en realidad quienes llevan a pie de calle toda la estrategia de rehabilitación y regeneración urbana y quienes ofrecen una atención personalizada y de cercanía a las personas y comunidades promotoras", ha resaltado.


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