Sólo tiene cuatro años y ya puede presumir ante sus amigos de segundo de infantil del cole de ser ni más ni menos que campeona de Europa de Jiu-Jitsu.
Esta pequeña campeona navarra se llama Irene Díaz y el pasado domingo 15 de octubre se alzó con la medalla de oro de su categoría en el Campeonato de Europa que se celebró en el velódromo Luis Puig de Benimamet (Valencia).
Una historia peculiar la de Irene, la pequeña de dos hermanos, que como actividad extraescolar hacía el año pasado natación, y que quiso probar una clase de artes marciales imitando a su hermano mayor. Así lo cuenta su padre, Boni Díaz, quien explica que "Irene quiso probar una clase y desde el primer día le encantó, tanto que ha dejado la natación,.
Efectivamente, Boni es un enamorado del Jiu-Jitsu y lo practica, aunque no compite. Llevó a su hijo mayor, de seis años, a clases al gimnasio Gracie Barra de Cordovilla. Y ya se sabe, los pequeños imitan a los hermanos mayores e Irene quiso probar. "Desde entonces, está enganchadísima", señala.
Lo de participar en un campeonato fue más producto de la coincidencia que de la planificación, ya que los abuelos de la niña viven precisamente en Benimamet, donde se celebró recientemente el Campeonato de Europa. "Mirando en internet y en redes sociales descubrí que había una categoría de su edad".
Al principio a Irene le pareció una muy buena idea eso de competir, aunque su padre no las tenía todas consigo: "Estaba seguro de que cuando llegara el momento de salir al tatami, se iba a echar a atrás". En principio la normativa dice que el luchador tiene que acceder solo a la pista, pero Boni hizo ver a los organizadores que se trataba de una niña de sólo 4 años, así que hicieron la excepción y le permitieron acompañarla.
"Cuando salimos e íbamos recorriendo todas las áreas de competición, la llevaba de la mano y estaba convencido de que en el momento de que el juez la llamara, se iba a echar atrás, pero no. Al revés. Salió convencida y con fuerza".
Derrotó por puntos a un niño de su edad en la categoría de menos de 18 kilos y se hizo con el título de campeona de Europa. En realidad, Irene no es consciente de lo que eso implica. "Más bien está feliz por la pedazo de medalla que le dieron, que casi es más grande que ella. Su única preocupación en el viaje de vuelta a Pamplona era si iba a poder llevar la medalla al colegio el lunes".
Como campeona de Europa Irene ha obtenido 105 puntos de cara al ránking europeo, aunque en ese ránking hay niños y niñas de hasta 11 años de edad que han competido en muchas más ocasiones que ella.
Por el momento, Boni no se plantea ninguna meta más allá de que su hija disfrute haciendo deporte, en este caso, artes marciales, pero no oculta que estará pendiente de los calendarios a ver dónde se celebra el Campeonato de Europa el año que viene, "por si se puede ir a que defienda el título".
