Los puentes colgantes son un icono de las películas de acción. ¿A quién no le suena esta escena? El protagonista apoya el pie en el puente los, los tablones crujen un poco, per decide avanzar. Mientras, el espectador piensa: "¡No lo hagas!" Y en un momento dado, ¡zas! El puente se rompe y se queda colgando de una mano, a la espera de un rescate in extremis o, en el peor de los casos, de que el villano le pise la mano y caiga al vacío. Indiana Jones, Jumanji o Shreck han dejado para la historia escenas icónicas con puentes incónias. En Navarra, un puente colgante en Aribe te transporta a estas escenas en mitad de un paísaje bucólico y digno. En pleno
El puente se construyó en el año 2014 con el objetivo de adaptar la ruta del Balneario de Aribe a todas las familias. Y, a diferencia de los de las películas, es muy seguro. No obstante, hay que tener cuidado porque en días lluviosos su estructura de madera patina un poco. Para llegar hasta él poder hacer la fotografía de rigor es necesario seguir una ruta apta para todo tipo de caminantes.
La ruta comienza en el pueblo de Aribe. En esta villa se puede visitar un hórreo y un puente medieval. Precisamente, la ruta se inicia en el casco urbano de la localidad. Se va saliendo en dirección a Garaioa. En un momento dado, aparecerá un puente sobre el río Irati que hay que cruzar para desviarse después por el camino que discurre por debajo de la edificación. Se trata de una pista muy bien señalizada.
Se sigue por ese camino hasta llegar al recodo del río donde se encuentra el antiguo Balneario de Aribe. En la actualidad presenta un estado ruinoso. Fue construido a mediados del siglo XIX y se utilizó hasta los años 20 del siglo pasado.
Sus aguas eran muy solicitadas porque se decía que curaban las dolencias de estómago e hígado. Como curiosidad, el escritor Ernest Hemingway pasó muchas horas en este entorno, pescando a orillas del Río Irati.
Después de admirar este lugar, es conveniente seguir la marcha por un camino acondicionado que se encuentra detrás del balneario. Llevará a los excursionistas hasta un cruce de caminos. El de la derecha es el que lleva hasta el puente colgante.
Es recomdable pararse un momento a contemplar la fiereza de las aguas del río Irati al pasar debajo del puente. Tras disfrutar de las vistas y la experiencia de cruzar el puente colgante, es momento de emprender el camino de vuelta. Hay que avanzar por la orilla contraria a través de un sendero que lleva directamente al pueblo de Aribe.
Estas son las características técnicas de la pequeña ruta:
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