El comité de empresa se ha concentrado esta mañana ante la sede de la empresa navarra, con 40 años de historia, para "exigir" una respuesta por parte de la dirección.
"Un drama". Así es como ha resumido Óscar Cayón Armendáriz, portavoz sindicalista de LAB de los trabajadores de Construcciones Zubillaga, la situación que viene viviendo la plantilla desde hace más de 4 meses.
Tal y como ha explicado Cayón, los 23 trabajadores de esta empresa navarra con 40 años de historia están viviendo una "situación límite" desde el pasado marzo, cuando recibieron el último sueldo. Desde entonces, además de las pagas extra de Navidad y verano, todos los trabajadores sufren el impago de sus salarios.
Reunidos esta mañana de martes en la calle Alfonso el Batallador del barrio pamplonés de Iturrama, donde la empresa tiene su sede, los trabajadores han querido denunciar públicamente esta "inestable situación que muchas personas no pueden seguir afrontando". "Además del económico, hay que tener en cuenta el daño psicológico tan tremendo que se está viviendo, con verdaderos dramas, familias detrás...", resume Cayón en nombre de toda la plantilla.
En sus palabras, destaca que la dirección de la empresa "no da la cara ante sus trabajadores ni les presenta una alternativa". Añade, además, que la opción que ha tomado hasta el momento ha sido "tirarse la pelota" con otros grupos constructores como "responsables de los impagos" a los empleados. "Nos hemos puesto en contacto con estos grupos y lo niegan", destaca el sindicalista.
Entre las 23 personas que trabajan en Construcciones Zubillaga, con taller en la localidad de Badostáin, hay profesionales del mundo de la construcción, además de administrativos y arquitectos. "La plantilla lleva muchos años y nadie quiere irse al paro ni a la calle", añade el portavoz sindical.
Aunque los empleados no han tomado todavía una decisión sobre las medidas a adoptar de cara a esta situación, reconocen que será a partir del próximo viernes cuando lo hagan. "Será drástica".
"No hay ninguna huelga convocada de momento y los trabajadores siguen acudiendo a sus puestos de trabajo, pero el viernes tenemos una reunión con la empresa y, a raíz de lo que nos digan, tomaremos una opción", incide Óscar Cayón. "La paciencia se ha agotado".
