En tiempos, se solía decir aquello de "con la música a otra parte", pero en este caso, ni eso. Y es que la Policía Municipal de Pamplona ha irrumpido e interrumpido esta madrugada un concierto callejero que se estaba desarrollando en el Paseo Pablo Sarasate de Pamplona, a los pies del monumento a los fueros.
En una operación conjunta con la Policía Foral, los agentes han procedido a requisar los equipos de sonido con los que cada día emitían música a un volumen exagerado desde el pasado día 6 de julio. De hecho, desde antes del Chupinazo, un grupo de músicos y DJ's habían ocupado sin permiso este espacio de la vía pública.
Tomaban la electricidad de un generador propio y a él conectaban mesas de mezclas, ordenadores, micrófonos inalámbricos, instrumentos y bafles de sonido con los que animaban a centenares de jóvenes.
La actuación policial ha venido motivada por las quejas de los vecinos de la zona, que no sólo este año han tenido que sufrir los decibelios de más. Ya el año pasado, este mismo grupo se instaló cada jornada sanferminera en el mismo punto.
Este evento fuera de programa y sin licencia de actividad, reunía a centenares de personas, pero no se repetirá más. Los agentes procedieron a identificar a los responsables del grupo, al tiempo que a confiscar el material que utilizaban, que ha sido depositado en dependencias policiales, de donde podrán recuperarlo el próximo 17 de julio, una vez concluyan las fiestas de San Fermín.
Según han informado desde la Policía Municipal, se ha decidido intervenir con un buen número de agentes e incluso solicitando la colaboración de la Policía Foral dada la cantidad de personas que se arremolinaban bailando y haciendo botellón en la zona.
Los responsables de la ocupación de la vía pública han sido propuestos para sanción por varios incumplimientos de la ordenanza municipal de civismo.
