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John Kimmich Javier: el fotógrafo y croupier de la curva de Mercaderes en Pamplona por San Fermín

El norteamericano John Kimmich Javier es, además de arquitecto y fotógrafo, un curioso personaje que se encuentra como pez en el agua en la salsa sanferminera.   

John Kimmich Javier es el hombre de las mil caras. Tiene el aire de un sesudo Albert Einstein que puede transformarse en un beato clérigo, improvisando un alzacuellos con una servilleta de papel (Fotos Jorge Nagore)
John Kimmich Javier es el hombre de las mil caras. Tiene el aire de un sesudo Albert Einstein que puede transformarse en un beato clérigo, improvisando un alzacuellos con una servilleta de papel. FOTOS: JORGE NAGORE

El estadunidense John Kimmich Javier, es algo más que un fotógrafo de Sanfermines (SF), es un curioso personaje inherente a la fiesta que lleva la esencia de la misma hasta la médula. Tal es así que, al preguntarle si iba a venir a San Fermín, ante la obviedad, su respuesta fue irónica: “¿Acaso el Papa es católico? Claro que sí.”

Ciertamente, en los años ochenta, se inició como reportero con un artículo sobre los Sanfermines de Pamplona. Desde entonces es un habitual de la fiesta. Entre los fotógrafos, Kimmich Javier es muy popular por organizar, todos los días del encierro, un sorteo de los sitios del vallado de la curva de Mercaderes con la Estafeta.

Dicharachero, sabe ganarse a la gente con su simpatía y buen humor. No tiene filtro y acompaña su conversación con extravagantes muecas y gestos que lo hacen divertido. Viste de negro con un aire que recuerda a un sesudo Albert Einstein, capaz de ponerse serio o de transformarse en un beato clérigo improvisando un alzacuellos con una servilleta de papel del bar.

Bar Windsor año 1989. (Foto John Kimmich Javier, cortesía del autor)
Bar Windsor año 1989. (Foto John Kimmich Javier, cortesía del autor)

Nos explica que el apellido Kimmich es de origen alemán, que proviene de su padrastro. Nació en 1950 como John Edward, lo cambió para evitar confusiones con el alistamiento a la Guerra de Vietnam. El apellido Javier era el de su madre de soltera que lo asumió como homenaje a ella. Parece ser que su abuelo era oriundo de un pueblo próximo a Pamplona.

Sea por sus ancestros, sea por sus treinta y tantos años de vivencias sanfermineras ni se siente guiri, ni hay que considerarlo como tal. Vive los Sanfermines con toda la intensidad posible: su mujer, Maria Nilsson de origen sueco, le permite una escapada a Pamplona para hacer un 9 x Dimasu (día del marido suelto).

Kimmich Javier tiene una sólida formación. Primeramente, estudió arquitectura en la Universidad de Illinois. Se inicia en la fotografía cursando el último año en la École des Beaux-Arts de Francia. Tras su graduación en Arquitectura e Historia del Arte por la Universidad de Illinois estudia fotografía y escultura en la Universidad de Purdue (Indiana).

Como docente tiene un amplio bagaje: de 1978 a 1986, fue profesor de fotografía a tiempo completo del Columbia College de Chicago; en España ha impartido diversos talleres, en 1988 fue invitado por la Universidad del País Vasco; desde 1990 hasta su retiro educativo, ha sido catedrático en la Escuela de Periodismo y Comunicación de Iowa.

En su faceta de fotógrafo freelance ha publicado en innumerables medios, habiendo sido galardonado en diversas ocasiones. Sus fotografías han sido exhibidas en más de setenta exposiciones individuales y colectivas. Entre ellas, las individuales de Pamplona organizadas por la AFCN: en 2001, el Salón San Fermín en la sala de García Castañón con 60 fotos de San Fermín y la de 2008 en la Galería Contraluz titulada “Voyages en Suède”.

La Estafeta año 2000. Una de las fotos de la exposición de 2001. (Foto John Kimmich Javier, cortesía del autor)
La Estafeta año 2000. Una de las fotos de la exposición de 2001. (Foto John Kimmich Javier, cortesía del autor)

¿Cuándo vino por primera vez a los Sanfermines, fue siguiendo la estela de sus ancestros o la de Hemingway?

Ninguna de las dos. No había leído el libro Fiesta, eso es una cosa para guiris. Mi padrastro me prometió 100 dólares si me hacía una foto delante de los toros. Pasaron los años, mis primeros Sanfermines fueron los del año 1988 para hacer un artículo sobre Hemingway en Pamplona para Chicago Tribune, había interés pues él nació en Chicago. Fue mi primer reportaje, gráfico y escrito, me dedicaron la portada semanal de la sección de Viajes.

¿Tenía algún contacto en Pamplona?

El año anterior había viajado por Extremadura en autostop, siguiendo la pista del famoso reportaje Spanish Village de Eugene Smith para la revista Life. En Deleitosa me topé con el fotógrafo pamplonés Koldo Chamorro que me invitó a venir; me consiguió un piso para los Sanfermines y me presentó a gente de Pamplona.

Koldo Chamorro y John Kimmich en los Sanfermines de 1991 (Foto Roland Laboye)
Koldo Chamorro y John Kimmich en los Sanfermines de 1991 (Foto Roland Laboye)

¿Había venido a España antes?

Sí, cuando vivía Franco, llevaba el pelo largo, tenía pinta sospechosa pues los grises me paraban.

Los estudios de arquitectura en España están orientados a diseñar y construir edificios. ¿Ha diseñado algún edificio?

No, ni he diseñado, ni he construido edificio alguno. Me interesa la arquitectura como parte de la Historia del Arte.

Cuando hace fotos de edificios, ¿se considera más arquitecto que fotógrafo?

Yo hago fotos de arquitectura, en parte porque las fotos de los profesores de Historia de la Arquitectura eran una porquería. Solicité una beca para hacer fotos del Camino de Santiago, en el que se encuentra Pamplona, antes de que los arquitectos viniesen a restaurarlos.

Los clérigos consultan con notable fervor el móvil durante la procesión. (Foto John Kimmich Javier, cortesía del autor)
Los clérigos consultan con notable fervor el móvil durante la procesión. (Foto John Kimmich Javier, cortesía del autor)

¿No es un poco contradictorio fotografiar Pamplona en San Fermín donde predomina el factor humano frente a edificios en donde impera lo material?

No veo contradicción, una persona puede esquiar y jugar al tenis. Hay que utilizar el lenguaje de la fotografía para transmitir algo que la gente entienda. La foto tiene que seducir para que la vean.

Desde el punto de vista de arquitecto, ¿qué edificios destacaría de Pamplona?

No hay muchos edificios en Pamplona. Históricamente me quedaría con la fachada del Ayuntamiento, tiene un ángulo raro, la fotografiaría eliminando Casa Seminario. Como edificio actual elegiría el Baluarte.

¿Un día de San Fermín, cómo es su jornada?

Pero, ¿hay días en San Fermín? Me levanto a las 5:45, salgo de casa a las 6:30. Acabado el encierro voy a la churrería y a tomar un café. Subo a plaza del Castillo hasta el Txoko donde están los americanos. Luego me junto con otros fotógrafos en la Raspa. Según se tercie como algo y a las 18:00 voy al patio de caballos.

¿En el encierro siempre se ha posicionado en la curva de Mercaderes con la Estafeta?

No, al principio estuve en el poste bajo el semáforo en la curva de Telefónica, es donde los toros se paran un segundo y dan la vuelta. Me aconsejaron que empezase a disparar cuando viese los primeros cuernos, así lo hice, pero era un tío con casco vikingo.

Toros de Jandilla. Al corredor no le pasó nada, se levantó y siguió corriendo (Foto John Kimmich Javier, cortesía del autor)
Toros de Jandilla. Al corredor no le pasó nada, se levantó y siguió corriendo (Foto John Kimmich Javier, cortesía del autor)

Lleva más de treinta años fotografiando el encierro desde la curva de Mercaderes con la Estafeta, ¿qué atractivo tiene?

Voy a la curva de Mercaderes porque me gusta tener los toros de frente, allí ves y hueles el toro. Me gusta hacer fotos con corredores buenos. Ocurre a veces, lo que yo llamo “bocata de guiri”: pared, guiri y toro. Y lo importante, nada más acabar el encierro, soy el primero en la cola de la churrería La Mañueta.

12/07/2009 El miura ‘Dondequiera’ llegó a la curva de Mercaderes con tal fuerza que golpeó el vallado y empitonó en la garganta a José María García Erce de Calahorra que en la foto se encuentra de rodillas con la mano al cuello. Los cuatro miuras se apelotonaron en una inédita instantánea. (Foto John Kimmich Javier, cortesía del autor)
12/07/2009 El miura ‘Dondequiera’ llegó a la curva de Mercaderes con tal fuerza que golpeó el vallado y empitonó en la garganta a José María García Erce de Calahorra que en la foto se encuentra de rodillas con la mano al cuello. Los cuatro miuras se apelotonaron en una inédita instantánea. (Foto John Kimmich Javier, cortesía del autor)

¿No tiene todavía la foto perfecta de la curva de Mercaderes?

No. Tengo buenas, que les han concedido premios. De la misma forma, cuando has pillado una foto de Caravinagre, y piensas que es buena, tienes que seguir haciendo fotos de Caravinagre para asegurar que es la buena.

08/07/2016 Un toro de Cebada Gago protagonizó este espectacular incidente (Foto John Kimmich Javier, cortesía del autor)
08/07/2016 Un toro de Cebada Gago protagonizó este espectacular incidente (Foto John Kimmich Javier, cortesía del autor)

¿Por qué organizó el sorteo de los puestos en el vallado?

Después de que Jorge Nagore ganase el Photopress de 1984 con un contrapicado en la curva de Mercaderes, todo el mundo quería tirarse al suelo. Algún año estuvimos hasta 20 fotógrafos, arriba y abajo. Alguno llegó a ir con una sillita a las cuatro de la mañana. Como teníamos que estar para a las cinco, sólo dormía cuatro horas. Se cambió la acreditación de la curva a 10 puestos y se me ocurrió la idea de hacer un sorteo. Ahora podemos llegar a las 7:15. Reparto 10 cartas de póker, una por puesto, yo me quedo la última, el número más alto escoge sitio.

Kimmich Javier actúa como croupier, repartiendo la suerte para la colocación de los fotógrafos en el vallado de la curva de Mercaderes. (Foto Miguel Osés Muruzábal, cortesía del autor)
Kimmich Javier actúa como croupier, repartiendo la suerte para la colocación de los fotógrafos en el vallado de la curva de Mercaderes. (Foto Miguel Osés Muruzábal, cortesía del autor)

¿Qué encuentra en el patio de caballos de la plaza de toros?

El patio de caballos brinda imágenes distintas, me gusta el lenguaje taurino. Los peones de la cuadrilla sonriéndo, el maestro firmando autógrafos, etc. Cuando comienza la lidia puedo moverme con un pase de libre circulación por toda la plaza.

Una admiradora achucha efusivamente a Juan José Padilla junto a la puerta del patio de caballos (Foto John Kimmich Javier, cortesía del autor)
Una admiradora achucha efusivamente a Juan José Padilla junto a la puerta del patio de caballos (Foto John Kimmich Javier, cortesía del autor)

Durante la lidia de toros, ¿desde dónde prefiere hacer las fotos?

No me gusta hacer fotos desde el burladero, porque tiene dos problemas: uno, siempre es la misma foto con la banda roja de fondo; dos, si tienes que ir al baño no puedes.

Foto desde el burladero, Juan del Álamo entra a matar (Foto John Kimmich Javier, cortesía del autor)
Foto desde el burladero, Juan del Álamo entra a matar (Foto John Kimmich Javier, cortesía del autor)

¿Cuáles son las ventajas del tendido?

Del patio de caballos paso fácilmente a tendido 4, sol y sombra. Salen unas fotos completamente distintas al burladero. Al hacer fotos de un torero sólo tengo arena, sin bandas rojas. Me encanta cuando torean en la línea de sol y sombra. Si hay un incidente tengo acceso fácil al patio de caballos. Y si la corrida es aburrida me voy al pasillo de Sol en donde me divierto y me dan algo de merendar

Larga cambiada de rodillas de Padilla en la línea de sol y sombra (Foto John Kimmich Javier, cortesía del autor)
Larga cambiada de rodillas de Padilla en la línea de sol y sombra (Foto John Kimmich Javier, cortesía del autor)

Desde la primera vez que vino a San Fermín ha faltado en muy pocas ocasiones, con el Covid, ¿qué hizo?

Al no poder venir por el Covid. Para dar sentido a la fiesta, se me ocurrió la idea de enviar a los amigos fotos de San Fermín a las a las 8 de la mañana. Descubrí imágenes del encierro que tenía olvidadas, como: un tío dormido, barrenderos limpiando y regando la calle, fotógrafos en el vallado, etc.

Zezenzusko (Foto John Kimmich Javier, cortesía del autor)
Zezenzusko (Foto John Kimmich Javier, cortesía del autor)


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John Kimmich Javier: el fotógrafo y croupier de la curva de Mercaderes en Pamplona por San Fermín