Las obras de asfaltado para recomponer la calzada de la calle Paulino Caballero han comenzado este martes, finalizada la retirada de vehículos, en la manzana entre las calles San Fermín y Navarro Villoslada. Estos trabajos en el II Ensanche, con una inversión de 250.000 euros, se dividen en tres tramos: desde la calle San Fermín a Navarro Villoslada, desde Gorriti a Tafalla y desde Castillo de Maya a la calle Gorriti, así como el cruce de la calle Gorriti.
El inicio de la actuación entre San Fermín y Navarro Villoslada se debe a que, hasta no restablecer el tráfico en ésta, no podrán comenzarse los trabajos en los otros tramos, dado que, con el fin de conseguir el mejor equilibrio a la afección de tráfico de la zona, la actuación y en especial la afección al tráfico, ha de estar coordinada con las obras de construcción del aparcamiento residencial subterráneo de la calle Sangüesa.
Los trabajos dan solución al hundimiento de algunas zonas por el intenso tráfico que soporta la calzada, una intensidad no prevista inicialmente en el trazado original de las calles del II Ensanche y tras la comprobación a lo largo de los años que las mejoras puntuales no han surtido el efecto deseado.
Mediante esta intervención se rebaja la cota del asfalto con respecto a la acera, pues las continuas reparaciones han incrementado el nivel, y se reconstruyen las rigolas de piedra, que resultan demasiado permeables a las filtraciones hacia la calzada.
La duración de las obras, ejecutadas por tramos por la contrata del Servicio Municipal de Obras, está prevista hasta mediados del mes de agosto. En principio, los trabajos no afectan a las calles adyacentes, si bien serán intensos en el cruce de la calle Gorriti, donde está previsto un fresado y reposición de la capa de rodadura. Las plazas de estacionamiento de la calle tampoco se verán afectadas, puesto que la intervención es mínima y consiste en el fresado y reposición de aglomerado.
Los socavones que aparecen en el firme son relativamente frecuentes debido a que el diseño de la mayoría de las calles del Ensanche no soporta la intensidad de tráfico que recibe. Los arreglos parciales han elevado la cota del firme, por lo que la recomposición ahora iniciada es una obra de mayor envergadura. Está previsto excavar un mínimo de 50 centímetros, aunque en algunos casos se puede alcanzar hasta un metro, para después rellenar con hormigón semiseco o balasto, en los casos de mayor profundidad. El último paso es el asfaltado en dos capas.
Se espera no tener grandes problemas con los servicios existentes en el subsuelo, y no afectarlos, para lo cual se ha realizado un estudio de la zona en conjunto con los distintos operadores de redes.
