La Comisión Antiviolencia acordó proponer una sanción grave a Osasuna, de 20.000 euros, por permitir que numerosos aficionados "invadieran una vez más las vías de evacuación del estadio, permaneciendo de pie durante la celebración del partido ante el Real Madrid, sin poner ningún tipo de medidas de seguridad para evitarlo, provocando con ello aglomeraciones en determinadas zonas del interior del recinto".
Los rojillos cayeron ante el Real Madrid (1-3) en un partido donde el portero visitante Courtois se quejó al árbitro de que le lanzaron bolas de papel y mandarinas. El árbitro De Burgos Bengoetxea detuvo el partido dos minutos y desde megafonía se indicó que no se lanzaran objetos.
Además acordó declarar de alto riesgo el partido que enfrentará el sábado al Valencia y al Celta, correspondiente a la última jornada de Liga en Primera división, y proponer una sanción al Rayo Vallecano, de 10.000 euros.
Según informó el Ministerio del Interior, en el caso del Rayo Vallecano se debe a deficiencias en las medidas de control de acceso y permanencia de espectadores, que dificultaron la labor policial y el dispositivo previsto para el partido ante la Real Sociedad.
Antiviolencia también propuso una sanción de 3.500 euros y prohibición de acceso a los recintos deportivos durante seis meses a cada uno de los 100 aficionados que participaron en una reyerta multitudinaria y causaron graves destrozos en la vía pública con motivo del partido Celta de Vigo B–Deportivo de La Coruña.
La Comisión condenó el uso de bengalas y artefactos pirotécnicos en el interior y exterior de los estadios y señaló que hechos como los ocurridos en la final de la Liga Europa Eintracht-Glasgow Rangers en Sevilla, "son totalmente inaceptables por la peligrosidad que conlleva para los espectadores en cualquier encuentro deportivo". EFE
