• martes, 19 de marzo de 2024
  • Actualizado 00:00
 
 

RÍO 2016

La historia de una refugiada olímpica: nadó tirando de su bote por el mar Egeo

Nadó por el mar Egeo para salvar su vida huyendo de la guerra de Siria y ahora lucha en el equipo de refugiados.

BRA833. RÍO DE JANEIRO (BRASIL), 06/08/2016.- La nadadora del Equipo Olímpico de Refugiados Yusra Mardini compite hoy, sábado 6 de agosto de 2016, en el Estadio Olímpico Acuático de Río de Janeiro, durante las eliminatorias de la competencia de los 100 metros estilo mariposa, en el marco de los Juegos Olímpicos Río 2016. EFE/Lavandeira jr
La nadadora del Equipo Olímpico de Refugiados Yusra Mardini compite en el Estadio Olímpico Acuático de Río de Janeiro. EFE/Lavandeira jr

"Nunca hay que rendirse". Contundente, rotundo, cargado de esperanza, así sonó el mensaje que hoy lanzó a los cuatro vientos la nadadora refugiada siria Yusra Mardini, una auténtica heroína, una ganadora, pese a que de su cuello no cuelgue una medalla. La encarnación del espíritu olímpico.

Da igual que su tiempo en las preliminares distara en casi 13 segundos del marcado por la sueca Sarah Sjostrom, la gran favorita al oro. El triunfo de Mardini no se mide en puestos, ni en marcas, la victoria de Yusra consiste simplemente en poder competir, en seguir viva.

A diferencia de otros miles de refugiados que han perdido la vida en el último año al tratar de huir por mar de la guerra de Siria, Yusra Mardini logró escapar del fatal destino que le aguardaba en las oscuras y frías aguas del mar Egeo.

Durante la travesía para llegar a la isla de Lesbos, el motor se su embarcación se rompió y ella y su hermana saltaron al agua y tuvieron que nadar tirando del barco. "Con una mano sujetaba la cuerda que estaba atada al bote, mientras que nadaba con la otra y los pies", recuerda Mardini.

"Fueron tres horas y media en aguas heladas", añadió la nadadora siria que, pese a todo, prefiere encontrar una lección positiva a tan dramática experiencia. La natación, la pasión que ha marcado su vida desde que su padre, entrenador, le enseñó a nadar con 3 años, le salvó de la muerte.

Un deporte que volvería a cambiar radicalmente la vida de Yusra Mardini meses más tarde, cuando el Comité Olímpico Internacional incluyó a la joven nadadora siria, de 18 años, como integrante del equipo de refugiados que competirá en los Juegos de Río.

DE LUCHAR POR LA VIDA A LUCHAR POR EL ORO

"Es un sueño hecho realidad. Los Juegos Olímpicos son todo, es una oportunidad en la vida", señaló Mardini, que tras sobrevivir a las aguas del Egeo, tuvo que enfrentarse a otro largo y penoso viaje por media Europa hasta recalar definitivamente en Alemania.

Nada más llegar al campo de refugiados en los alrededores de la capital germana, que se convirtió en su primer hogar en Alemania, Yusra Mardini preguntó por la piscina más cercana, para retomar los entrenamientos que tuvo que interrumpir con el inicio de la guerra civil en Siria.

De este modo, Mardini, que antes de huir de Siria ya se encontraba entre los nadadores supervisados por el Comité Olímpico Sirio, volvió a tomar contacto con la piscina, en la que no tardó en llamar la atención de los técnicos del club Wasserfreunde Spandau 04 de Berlín, que la incluyeron en su grupo de entrenamientos.

Un nuevo comienzo, una nueva vida, que tenía como meta los Juegos Olímpicos de Tokyo y sueños que se adelantó gracias al apoyo del Comité Olímpico Internacional, que por primera vez en su historia decidió incluir en Río un equipo de refugiados.

"No hablamos el mismo idioma y procedemos de distintos países, pero la bandera olímpica nos une y ahora representamos a 60 millones de personas de todo el mundo. Mucha gente ha depositado su esperanza en nosotros y no queremos defraudarles", un deseo que Yusra Mardini cumplió y con creces.


  • Los comentarios que falten el respeto y que no se ciñan al tema de la noticia, podrán ser eliminados.
  • Cada usuario será el único responsable de sus comentarios.
La historia de una refugiada olímpica: nadó tirando de su bote por el mar Egeo