Es un negocio como los que quedan ya muy pocos en Pamplona y, tristemente, tiene fecha de caducidad. Muebles Ezcurdia, una de las tiendas más emblemáticas de la calle Paulino Caballero cierra para siempre poniendo fin a 25 años ininterrumpidos levantando cada mañana la persiana.
El cierre de Muebles Ezcurdia está muy relacionado con el fallecimiento en el año 2020 de quien había sido su santo y seña, José María Ezcurdia. Desde entonces, sus hijos, que enfocaron sus vidas profesionales por otros caminos, han tratado de mantener vivo su legado, pero ha sido francamente difícil.
Así lo reconoce Miryam, su hija, que explica que "tal vez deberíamos haber reorientado el negocio, pero ya no sería la tienda que puso mi padre".
Miryam explica que les da "una pena terrible tener que cerrarla" porque entre esas cuatro paredes , sobre todo, entre los muebles que ahora están en liquidación, hay mucho más que la vida de un comercio. "Detrás hay cuatro generaciones que hemos vivido del negocio de los muebles".
Tal y como recuerda, su bisabuelo Joaquín montó un negocio de muebles a principios del siglo XX en Pamplona, del que recogería el testigo su hijo José María (el abuelo de Miryam) abriendo una fábrica en la Milagrosa antes de la Guerra Civil.
El negocio llegó a tener más de 50 empleados. Fabricaban muebles como los que ya no se hacen, macizos y robustos, con maderas nobles y con una presencia imponente.
El hijo de José María, también llamado José María, llevó más allá el espíritu emprendedor de la familia y, de fabricar muebles a medida y de calidad, se lanzó a la aventura comercial. Abrió primero una tienda en 1995 en la calle Olite y en 1998 la de Paulino Caballero que ahora cierra.
En ella puso todo su empeño. Se especializó en mueble auxiliar, aunque nunca faltaron artículos de decoración. Sin duda, una tienda con encanto en la que resulta complicado no quedarse un rato ante el escaparate mirando esos bargueños que ya no se hacen, esas cómodas que son un auténtico capricho, o esas mesas de juego que ni en los casinos más lustrosos había.
En Muebles Ezcurdia sí, junto a cientos de artículos de decoración en los que su padre era un auténtico especialista. Pero la vida sigue, y ahora, ante la decisión tomada de cerrar la tienda, queda centenares de artículos y muebles que se han convertido, de la noche a la mañana en toda una ganga.
La decisión firme de liquidar el stock ha llevado a la familia a poner todas las piezas con descuentos del 40, 50, 60 y hasta el 70 por ciento, de manera que aquel escritorio que siempre quisiste tener, lo puedes comprar a la mitad de su precio real.
De esta manera, banquetas de forja, cómodas fabricadas en madera de cerezo, elegantes sinfonieres, relojes de péndulo, un fabuloso entredós francés, aparadores de salón, estanterías, escritorios de persiana, mesas de despacho, sillones Luis XVI... todo ello prácticamente a mitad de precio.
Junto a los muebles, también se liquidan multitud de artículos de decoración y menaje: cuberterías de plata, vajillas de cerámica, cristalería, bandejas italianas, lámparas, candelabros, marcos de plata... "mi padre tenía muy buen gusto para la decoración y sabía lo que buscaban y necesitaban sus clientes", recuerda Miryam.
Todos esos artículos se pueden adquirir estos días hasta con un 70 por ciento de descuento. "Estaremos hasta que terminemos con todo lo que hay en el almacén, al menos lo más voluminoso, pero la verdad es que se está vendiendo bien con estos descuentos y no sé si cerraremos definitivamente a finales de enero o en febrero".
"A la que más pena le va a dar el cierre es a mi madre", lamenta; aunque nos queda el consuelo de saber que el recuerdo de la tienda va a pervivir mucho tiempo en las miles de casas que tienen alguno de los muebles que le compraron a mi padre".
