El Gastrobar Txion de Pamplona no da abasto con los clientes que quieren probar sus más de 30 variedades de tortillas de patata. Una novedad que presenta desde hace pocos meses y que le ha cambiado la vida al local que dirige Iñigo Zuza.
El Gastrobar Txion está situado en la calle Rio Arga 8, muy cerca de los corralillos del gas en el barrio de la Rochapea. Muy cerca también de otros establecimientos que hemos conocido en esta sección de comercio local en la capital navarra.
Como es el caso, por ejemplo, del bar la Ronda de Chiqui en la avenida de Marcelo Celayeta con un menú muy barato, o una tienda de sofás que ha abierto su segundo local en la misma avenida de Marcelo Celayeta.
Iñigo Zuza ha revolucionado el Gastrobar Txion de la Rochapea con sus tortillas de patata. Más de treinta variedades que le obligan a meter muchas horas de trabajo antes de abrir las puertas a los clientes, pero con la satisfacción de la respuesta que recibe al otro lado de la barra.
Ofrece desde la tortilla más común que es la tortilla de patata con cebolla, con verduras, con jamón serrano y queso, con jamón york y queso, con jamón serrano y ali oli, con lacón, con lacón más queso, con cuatro quesos, con champiñones y queso, con sobrasada, con morcilla y piquillo, con hongo beltza...
También tiene tortilla de patata con cebolla y carrilleras, con carne guisada, con txungur, con solomillo, con crema de trufa, con trufa, con langostinos, con foie, con hongo beltza mas foie, con seis quesos, con atún más piparra, con solomillo ibérico, con calamares en su tinta, con bonito... y hasta con centolla gallega. Los precios van desde los 2,50 euros a los 6 euros.
Iñigo Zuza Calderón es un pamplonés de 40 años que abrió el Gastrobar Txion hace poco menos de dos años. "Hace solo tres meses que empezamos con las tortillas de pata y estamos a destajo. Pensamos que todo lo que esté rico y nos gusta lo podemos meter dentro de una tortilla".
"Si la gente te dice que está bueno, porqué no seguir haciendo. Tiene mucho curro pero al final es gratificante. Cada día hacemos entre 12 y 24 tortillas. Todas llevan 20 huevos con unos dos kilos y medio de patata y tienen una elaboración propia. Metemos producto bueno y cantidad. Queremos que se vea y que se note", señala.
"La que más éxito tiene es la de carrillera pero la clásica de tortilla de patata con cebolla es la más vendida. La de trufa la reclaman mucho, la de foie, hongo, langostinos, bonito con aguacate. Tenemos ahora mismo 37 variedades y todas muy diferentes entre sí", afirma Iñigo Zuza.
La tortilla, asegura el dueño "nos ha gustado toda la vida y cuando ves que la gente vuelve y te dice que está mejor que la anterior es muy bonito. Hay que seguir y cada día hacerlo mejor".
Iñigo Zuza ni sabe las horas que mete a la semana: "Estoy desde las 7 de la mañana y abrimos a las 10 de la mañana. Meto entre 14 y 15 horas al día. Estoy con dos personas más y entre los tres lo hacemos todo".
El éxito que tienen es tal que hay momentos de apuro: "Hay veces que se pasa mal en el bar porque no damos abasto. A todos les aconsejo que vayan probando las diferentes tortillas y decidan cual es la que mejor les sabe".
Antes daban comidas en el bar, "pero la alta demanda de tortillas nos obliga a que solo demos comida con reserva previa. Sino es imposible porque tenemos una cocina pequeña. Estamos a dos minutos andando de lo viejo y este lugar es un lujo junto a las murallas", explica Iñigo Zuza.
Abren todos los días menos el domingo a la tarde y el lunes, "pero yo vengo los días de descanso porque sino no da tiempo a prepararlo todo. Tengo familia pero esto me llena todo el día. Son etapas y ahora toca trabajar y darle caña", concluye Iñigo Zuza.
