Este martes 26 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Salud Ambiental, una fecha muy significativa cuyo fin es garantizar la sostenibilidad de los ecosistemas en beneficio de la salud de nuestra generación y de las futuras.
La creación de esta efeméride tuvo el objetivo de concienciar a la población mundial sobre la salud del medio ambiente, algo sobre lo que las Administraciones Públicas tenemos que incidir y reclamar un papel protagonista, así como informar sobre el impacto directo que tiene la naturaleza sobre las personas.
Son muchas las amenazas que nos acechan en estos días. El cambio climático o el calentamiento global son conceptos que ya se han instalado en nuestra realidad diaria. Sin duda, el reconocimiento y la conciencia de la existencia de estos graves problemas y que tenemos que solucionarlos entre todos y todas, es un primer paso para poder enfrentarnos a él.
La semana pasada, representando a Pamplona en el “III Encuentro de Líderes Urbanos”, dentro del Foro Greencities de Inteligencia y Sostenibilidad Urbana celebrado en Málaga, pude constatar que el resto de los ayuntamientos presentes compartían la misma visión y concienciación sobre este problema global. Allí expuse las que consideramos tres claves para avanzar hacia ciudades más sostenibles: comprensión, acción y comunicación. Comprensión porque como administración pública debemos realizar una acción didáctica y explicativa que permita integrar a toda la población en este reto. Acción porque no podemos caer en una teoría pasiva y sí en impulsar desde ya acciones que, juntas, provocarán un impacto positivo en la ciudad y en las personas. Y comunicación, porque debemos medir y contar muy bien los resultados de las acciones implementadas, ya que solo así lograremos ser todos prescriptores de este reto.
Desde el Ayuntamiento de Pamplona tenemos muy claro el horizonte al que debemos dirigirnos: el de una ciudad más saludable, sostenible y accesible para nuestros vecinos y vecinas y para nuestros visitantes.
En este sentido, Pamplona ya cuenta con un enorme patrimonio natural como son los grandes pulmones verdes de la ciudad (Vuelta del Castillo, Taconera, Paseo del Arga, universidades, Yamaguchi, etc.); con una movilidad accesible y amable que invita a pasear, practicar deporte y a utilizar los 56 kilómetros de carril bici existentes; con una eficiencia energética cada vez mayor para vecinos y comerciantes gracias a la creación de comunidades energéticas e instalaciones fotovoltáicas; con una digitalización de la información para tomar decisiones eficientes basadas en datos; y con una industria de las ciencias de la salud referente en España y Europa gracias a universidades que encabezan los rankings educativos, centros asistenciales y de investigación, así como decenas de empresas que, además de ser líderes en sus sectores, aportan un enorme valor a la ciudad con miles de puestos de trabajo y que nos permiten atraer numerosos congresos a Pamplona.
Algunos de nuestros indicadores, como la calidad del medio ambiente, el poder adquisitivo o la sanidad tienen estándares tan altos que han dado como resultado una valoración muy positiva de la ciudad. De hecho, hace pocos días conocíamos que Pamplona es la ciudad española con mayor calidad de vida de acuerdo con el informe “La Calidad de Vida en las Ciudades Españolas” de Madrid World Capital City.
Este y otros rankings que también lideramos me hacen ser optimista para que consigamos adecuar con éxito nuestra relación con el medioambiente adoptando medidas reales, eficaces, económicamente sostenibles y comprometidas.
El Ayuntamiento aprobó en diciembre de 2021, con un acuerdo total en el Pleno Municipal, su propia Agenda Urbana Pamplona 2030, cuyo contenido se puede consultar en pamplona.es. En ella se recogen 57 proyectos estratégicos que nos van a ayudar a avanzar hacia el modelo de ciudad deseado, en el que el bienestar, la salud, el desarrollo y la sostenibilidad medioambiental, social y económica van a ser objetivos fundamentales. Hemos alcanzado ya algunos hitos en los 57 proyectos, que han sido impulsados por el Ayuntamiento y más de cien agentes clave de la ciudad. La unanimidad alcanzada en este sentido es sin duda la mayor garantía de éxito.
Nuestros indicadores y el positivismo con el que afrontamos este importante reto no debe hacernos caer en el conformismo. Por ello, vamos a seguir trabajando con el máximo consenso y determinación por una Pamplona que sea una ciudad saludable. Debemos aprovechar juntos nuestras claras fortalezas (medioambientales, sociales y económicas). Por este motivo, vamos a fomentar el cuidado personal y el deporte como estilo de vida entre la ciudadanía mediante la creación de actividades, la dotación de espacios y modelos de movilidad que inviten a ello, así como a la concienciación de su uso y beneficio. Y por supuesto, trabajaremos el urbanismo sostenible para crear entornos cómodos, agradables, funcionales y respetuosos con el medio ambiente. Continuaremos impulsando el turismo sostenible y el turismo MICE, a través del fomento de congresos que traigan a Pamplona profesionales relacionados con la salud y el bienestar. A ello nos puede ayudar nuestro clima amable, cada vez más demandado y saludable. Todo esto, apoyado por una gastronomía referente, rica y saludable, sostenida por las huertas de cercanía de calidad; y por un patrimonio y una cultura que favorecen sin duda la salud mental.
En definitiva, por lo que trabaja el Ayuntamiento es por lograr una Pamplona con mejor calidad de vida para sus ciudadanos actuales sin malgastar al mismo tiempo los recursos necesarios para generaciones venideras. Logrando una ciudad sana, limpia y cuidada, con entornos naturales que respetemos y cuidemos, ello redundará en una mejora directa de la salud física y mental de las personas que habitamos en Pamplona. La estrategia y el camino está claro. Ahora sólo falta recorrerlo entre todos y todas con el máximo consenso posible para posicionarnos bajo la marca de ciudad saludable.
