Soy un mitómano y el mejor recuerdo que guardo de mi noche de bodas, ahora que no me lee mi mujer, se lo debo a lo que menos se figura ella…
- sábado, 27 de abril de 2024
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Soy un mitómano y el mejor recuerdo que guardo de mi noche de bodas, ahora que no me lee mi mujer, se lo debo a lo que menos se figura ella…
Pasar de la solería a estar casado en la Royal Suite del Hotel María Cristina de San Sebastián es un lujo. Recuerdo aquella habitación con los tabiques de color salmón adornados con un espejo que todo lo veía sin decir nada, varios grabados, una mesa preciosa en la que podría haberse escrito el Libro de buen amor, la cama con un cabecero de marquetería o una alfombra persa que abrigaba aquel espacio.
Entre aquellas cuatro paredes cerca del río Urumea y del teatro Victoria Eugenia tan solo encontré un pero: ¿cómo es posible que hubiera un calcetín dentro del cajón de una mesilla? No lo podía entender. Hasta en los mejores lugares se dan las anécdotas…, y los errores de bulto. ¿De quién sería ese calcetín? Era de color oscuro, estaba arrugado, con bolitas y algo deshilachado. Sí, lo confieso, lo olí y me recordó al aroma del queso Caprice des Dieux.
Me pudo la curiosidad, así que me lo metí en el bolsillo y me presenté en recepción para averiguar algo de aquella misteriosa prenda. “¿Se puede saber quién se ha alojado en la Royal Suite hace veinticuatro horas?”, pregunté sobreactuando y haciéndome el indignado. La recepcionista me comentó que la noche anterior Woody Allen había ocupado la habitación. “No desvelo un secreto, pues aparece hoy en la contraportada de más de un periódico”.
-¿Woody Allen? ¡Woody Allen! ¿Y cómo es posible que no se haya limpiado bien la suite?, pregunté agarrando el calcetín emulando a un cazador que sostiene una liebre.
El director del María Cristina, abochornado, además de pedirme disculpas, nos regaló un fin de semana en temporada baja. Y a mí, a un mitómano enamoradísimo de la filmografía y la trayectoria de Woody Allen, aún me hizo más feliz que aquel 18 de septiembre el hecho de conservar su calcetín azul marino. Sin duda, mi recuerdo más preciado de ese fin de semana del año 2004.
Ideación de ‘El calcetín azul oscuro’
Hace poco se ha celebrado el aniversario de la boda de unos amigos, que se hospedaron en el Hotel María Cristina, precisamente en la misma habitación que ocupó Woody Allen el día anterior.
