La pamplonesa Natalia Lacunza, flamante tercera finalista de 'OT 2018' , ha regresado al plató que le ha encumbrado como promesa de la música y ha interpretado de nuevo 'Lo siento', una de las canciones que cantó durante la edición, aunque esta vez lo ha hecho acompañada del autor original, Beret.
La navarra ha sabido transmitir de lleno el sentimiento de esta ruptura amorosa plasmada en melodía y ha brillado con luz propia junto al cantante sevillano. Y el público así lo ha sabido ver rompiendo en aplausos ante una de las actuaciones más destacadas de la noche.
La pamplonesa Natalia Lacunza ha superado positivamente el último pase de micrófonos para la gala 11, en la que cuatro concursantes conseguirán su pase a la gran final de 'Operación Triunfo'. La baza de la cantante navarra es una potente versión de Lady Gaga del tema 'Bang, bang', con una puesta en escena teatral en la que Natalia aúna canto e interpretación.
La pamplonesa Natalia se desgarra sobre el escenario de OT con una brillante interpretación de 'The scientist' en la gala 10 en la que ha recibido una emocionante valoración por parte del jurado.
La tradicional corrida de rejones de Estella no ha podido ser más exitosa. Junto a los dos caballeros navarros también ha salido a hombros el portugués Joao Moura Caetano en una tarde de éxito y celebración del mejor rejoneo. Se han lidiado toros de Rosa Rodrigues, de excelente juego, en una plaza prácticamente llena.
Pablo Hermoso de Mendoza (dos orejas, y dos orejas y rabo); Moura Caetano, (vuelta al ruedo y dos orejas) y Guillermo Hermoso de Mendoza (dos orejas, y dos orejas y rabo).
Amaia Romero OT y su valor político
Texto: Unir todas las edades y clases sociales es una meta que ansía en demasía el poder polítco. Una chica normal, navarra, trabajadora y sencilla lo ha conseguido, por méritos propios y circunstancias de la vida. Me confieso no seguidor de Operación Triunfo, pero reconozco que esta chica ha conseguido unificar a grandes y mayores, a pudientes y menos pudientes. Desde aquí mi deseo de que nadie tenga la cara de adueñarse, y por tanto de cargarse, un sentimiento que debe seguir siendo normal y sencillo, como Amaia.