En esta ocasión, ha ayudado a un asturiano de 23 años que sufría un síndrome por el que sus tendones no le crecían al mismo ritmo que el resto de su cuerpo.
La mujer ha tenido conocimiento por los medios de comunicación de que la Policía Municipal había encontrado a un menor paseándose con ella de madrugada.
El responsable ató los arneses de la víctima entre sí pero no a los amarres fijos de la atracción por lo que la víctima se precipitó sin sujeción alguna.