La consigna proetarra se colgó durante las fiestas del Casco Antiguo en la fachada del Palacio del Marqués de Rozalejo, propiedad del Gobierno, en Navarrería.
Brian Currinya, del Grupo Internacional de Contacto, ha definido a los presos etarras "como personas implicadas en el conflicto que necesitan apostar por nuevas estrategias".