Hay ocasiones en las que a uno apenas le queda el recurso de la carta abierta, que es la antesala del pataleo, confiando en que, de alguna manera, la botella lanzada por uno, en adelante el náufrago, llegue a las playas doradas de quienes dicen que quieren salvarnos de la isla desierta en la que vivimos quienes no hemos encontrado ni puerto ni refugio en unas siglas.
Después de las crisis económicas, como la última que nos ha tocado vivir, surgen los movimientos populistas en Europa. Corrientes de pensamiento extremistas que ponen en grave peligro la recuperación económica y la estabilidad institucional de los estados que integran el viejo continente.