En un partido trabado, casi de patio de colegio por el número de efectivo que reunía el balón a su alrededor, Osasuna propuso más y mejor, con mayor claridad y eficacia, y se impuso al Alavés con todo merecimiento.
Partido de rivalidad regional con un desplazamiento masivo de la afición rojilla con cerca de cinco mil seguidores en las gradas del campo de Vitoria (20.15 horas).