Para los españoles, y para el conjunto de los europeos, la cosa está clara: una victoria de Trump en las elecciones norteamericanas, que ese personaje tan atípico, por decirlo de manera elegante, se convirtiese en el presidente de los Estados Unidos, sería una auténtica catástrofe para el país, para el continente, para el mundo.
Hace tan solo una semana las encuestas auguraban que Hillary Clinton sacaba unos cuantos puntos de ventaja a Donald Trump, pero en política como en otros ámbitos de la vida no se puede dar nada por seguro porque lo mismo te aparece el Director del FBI y te manda al furgón de cola.