El aparato, un Boeing 737-800 de la aerolínea turca Pegasus proveniente de Ankara, derrapó al aterrizar en Trebisonda, una ciudad costera del mar Negro.
Las víctimas, captadas de zonas especialmente deprimidas de Nigeria, eran vigiladas permanentemente y les quitaban a diario el dinero que ganaban prostituyéndose.
La Guardia Civil ha intervenido, entre otros, dos helicópteros, 15 vehículos (entre ellos un camión tráiler), 1.500 kilos de hachís y una plantación de marihuana con 1.000 plantas.