Critican que las pintadas "además de denotar una tremenda falta de educación, son una falta de respeto no solo contra la alcaldesa, sino también contra los 2.504 vecinos y vecinas que le dieron su voto".
El vicepresidente del Gobierno foral ha visto experiencias piloto, con el fin de estudiar su aplicación en la recuperación de espacios urbanos de Navarra.
Este hecho sería una cortina de humo para regalar la Alcaldía del municipio a Bildu, ya que fue una de las condiciones de los abertzales para la abstención.
Los socialistas expresan que "el valor del agua de abastecimiento público que habría sido robada en los últimos años ascendería, supuestamente, a unos 5 millones de euros".
UPN ha cuestionado a la alcaldesa de Bildu porqué incluyó una foto de dos miembros de las juventudes regionalistas dentro del expediente enviado al Parlamento.