Es curioso que mientras unos quieren acabar con lo que se construyó durante la Transición, otros, en este caso Albert Rivera de Ciudadanos, se esfuerzan en demostrar que el legado de Adolfo Suárez sigue vivo.
Hay quien hace esfuerzos sobrehumanos por no tener identidad y quien busca una desesperadamente. "Identidad, ¿para qué?", parecían haberse dicho hasta ahora, parafraseando a Lenin, los partidos llamados "emergentes",
Albert Rivera va camino de ser el amo en la pista del baile político nacional. Cada vez recuerda más a Adolfo Suárez tanto en sus planteamientos políticos como en la puesta en escena.