• jueves, 28 de marzo de 2024
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Blog / La Claqueta

Películas para ver, sí o sí: “Silencio”

Por Santi Irurtia

Hace un mes hablábamos del repentino estreno de Silencio, entrando por los pelos en el 2016 y así hacer carrera para la próxima edición de los Oscar

Foto critica
Foto critica de Silencio.

Personalmente, si Martin Scorsese hace una película, yo voy a ir a verla.  Está considerado ya uno de los maestros del Séptimo Arte, sobre todo por tener en su filmografía varias obras maestras: “Malas Calles”, “Taxi Driver”, “Uno de los Nuestros” o “Toro Salvaje”.

Aunque de estas últimas no hay discusión, sí hubo más desacuerdo con “El Lobo de Wall Street” que pese a ser una de las más taquilleras del año hirió la sensibilidad a un sector del público.

Conocido por repetir con algunos actores (Robert de Niro y Leonardo DiCaprio) y por sus excesos en su vida personal y sus filmes, llevaba (casi 30 años) tiempo posponiendo este proyecto,  porque según dice, no se veía preparado.

La premisa: dos jesuitas portugueses interpretados por Andrew Garfield (La Red Social) y Adam Driver (Star Wars: Ep VII) se ofrecen voluntarios para buscar a  un misionero (Liam Neeson) que, tras ser perseguido y torturado, ha renunciado a su fé. Ellos mismos vivirán el suplicio y la violencia con que los japoneses recibían a los cristianos.

Me parece que es increíble que alguien sea capaz de hacer películas  divertidas con animadas bandas sonoras (la camaradería de la mafia en “Uno de los Nuestros” o las fiesta de “El Lobo…”) y también pueda rodar este viaje filosófico por el Japón del siglo XVII. ¿Puede una película resultar larga y a veces tediosa y a la vez conseguir que quiera volver a verla? Esa es la sensación que me dejó “Silencio”. La primera hora y cuarto es apasionante, el viaje que realizamos con los dos jesuitas hasta Japón es la parte más entretenida. Durante el resto uno puede sentirse más perdido con una trama que parece divagar pero incluso ahí posee escenas que serán estudiadas por las escuelas de cine para siempre.

Cuando aparecen los créditos, la película no ha acabado contigo porque los temas que trata son tan humanos y tan profundos (los diálogos sobre la fe, sobre la relación entre religiones y sobre la vida en general) que te dejan pensativo. El propio título es el argumento más utilizado contra cualquier creencia: ¿Cómo sabes que existe si no te responde? Según los protagonistas van perdiendo la fe, disminuyen los planos aéreos (el pto de vista de Dios), un detalle muy chulo. Me ha fascinado cómo nos muestran el espíritu y la disciplina de los japoneses cristianos. Ahora que todo el mundo habla del relativismo, de cómo todos tenemos un precio, no me quedan palabras para describir la admiración por el valor que muestran algunos personajes, verdaderamente dispuestos a morir (y no una de una forma rápida) por su religión.

Como navarro también es un placer que mencionen a San Francisco de Javier. Soy consciente de que requiere un esfuerzo del espectador y que no es para todo el mundo pero hasta los mayores detractores tendrán que reconocer que cuatro o cinco escenas se quedan grabadas en la retina (ese último plano…).

Sin importar si crees o no, es la pregunta que nos hacemos todos: “¿Por qué estamos aquí? ¿Hay alguien ahí arriba?”

Trailer: aquí.

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