• miércoles, 24 de abril de 2024
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Opinión / Periodista y escritora

Sentido de pertenencia

Por Rosa Villacastín

Hace unos días cogí un taxi en las inmediaciones del Estadio Bernabéu, y como ya viene siendo habitual hablamos de lo sucio que esta Madrid.

Un problema que según el taxista tiene su origen en el nulo sentido de pertenencia que tenemos los madrileños. La frase pronunciada en un castellano perfecto me hizo pensar en lo acertado de su análisis. Y cómo ejemplo me puso lo limpios que suelen estar algunos pueblos cercanos a la capital. Lo que demuestra que la suciedad no solo es responsabilidad de las administraciones, en este caso de los ayuntamientos, también de quienes vivimos en ellas.

Estoy de acuerdo que es difícil mantener limpias todas las calles de grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Londres o París, donde la alcaldesa ha anunciado que pondrá una multa de 68 euros a todos aquellos que tiren las colillas al suelo. Una medida extrema ante la falta de educación cívica de los franceses, pero también de esos miles de turistas y visitantes que cada día aterrizan en la ciudad de la luz.

Soy testigo de cómo muchos dueños/as de perros, con traje y corbata, dejan que sus canes defequen en la calle, en las aceras, sin que se les caiga la cara de vergüenza. No solo eso, hay gente que en vez de dejar las bolsas de basura en los contenedores habilitados para ello, las dejan junto a los portales, en bolsas que no cierran bien, supongo que porque les importa un pito lo que ocurra después con sus desperdicios.

Mucha de la suciedad que hay en nuestras calles la generan los establecimientos de comida, las tiendas, los bares, a los que habría que pedir un poco de responsabilidad cuando sacan cajas, deshechos, comida en malas condiciones, y las dejan donde les viene bien. A veces en lugares por los que no pasan los camiones de la basura, con lo que se van acumulando hasta hacer intransitables calles pequeñas donde no entran los caminos, y que son las más transitadas por esas personas que por necesidad se acercan de madrugada a recoger cartones, ropa, esparciendo toda la porquería por las aceras .

Que se organizase la mundial cuando Manuela Carmena dijo en voz alta lo que muchos vecinos pensamos, que quién organice un botellón, en este caso los universitarios de la Complutense, lo limpien, demuestra hasta qué punto lo ideológico está por encima de cualquier razonamiento sensato. Basta con haber pasado por alguno de esos lugares donde los fines de semana se celebran fiestas multitudinarias para darse cuenta que no hay presupuesto que aguante la retirada de tanta porquería.

Ya sé que es una cuestión de educación, pero no siempre los más educados tienen el mejor comportamiento. De hecho ocurre que barrios más humildes están más limpios que algunos en los que vive gente acomodada. Lo que me lleva a pensar que el taxista colombiano tenía razón. No es una cuestión de dinero, hay que tener conciencia de que lo público es de todos, lo pagamos todos con nuestros impuestos.


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