Tequila, mezcal, pan de muerto, agua, frutas, velas, calaveritas de azúcar, sal, flores de cempasúchil (flor de color amarillo intenso), fotografías de los difuntos y sus comidas favoritas…
- martes, 16 de abril de 2024
- Actualizado 17:48
Tequila, mezcal, pan de muerto, agua, frutas, velas, calaveritas de azúcar, sal, flores de cempasúchil (flor de color amarillo intenso), fotografías de los difuntos y sus comidas favoritas…
Son parte de los elementos que los mexicanos utilizan para sus ofrendas del 2 de Noviembre, Día de Muertos en México, en el que dan la bienvenida a las almas de los seres queridos que se fueron, que regresan para convivir con los familiares vivos. Es lo que en España se conoce como el Día de Todos los Santos, pero con muchas diferencias.
Para los mexicanos, el Día de Muertos es una de las tradiciones más representativas de su cultura y tiene antecedentes relacionados con el mestizaje. Comprende rasgos culturales indígenas y españoles que al mezclarse dieron lugar a todos los ritos y ceremonias que se realizan alrededor de la festividad. Un día en el que los mexicanos ven la muerte desde otra óptica, incluso se ríen de ella y lo celebran con alimentos, bebidas, música y bailes. Aunque la celebración de Halloween se ha extendido y popularizado en la población, como en España y gran parte del mundo, la mayoría de hogares mexicanos no olvidan esta bonita tradición propia, que en el año 2003 fue declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Como en España, parte importante de esta tradición implica también visitar los cementerios. En México este día abren las veinticuatro horas y las familias visitan las tumbas, colocan flores y velas encendidas para iluminar el regreso de las almas, e incluso algunos pasan allí la noche al son de la música preferida de sus recordados difuntos. Y es que en México la muerte se percibe de una manera muy particular, cuyo ejemplo, llamativo y colorido, es la popular Catrina, una calavera vestida con diferentes atuendos, que representa la presencia de muerte en todo lo cotidiano.
El pan de muerto, que se elabora en México en estas fechas, tiene un significado especial. Su forma circular representa el ciclo de la vida y la muerte, la bolita superior es el cráneo, las 4 canillas representan a los huesos y también están colocadas en forma de cruz para hacer referencia a los cuatro rumbos del universo o los cuatro puntos cardinales, cada uno dedicado a un dios distinto: Tezcatlipoca, Tlaloc, Quetzalcóatl y Xipetotec. Y por último, el sabor a azahar es por el recuerdo a los ya fallecidos.
