• jueves, 25 de abril de 2024
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Opinión /

Rafa Gurrea, un político al servicio de Navarra

Por Miguel Sanz Sesma

El expresidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, recuerda la figura de Rafael Gurrea, fallecido recientemente en Pamplona a los 80 años de edad. 

Rafael Gurrea Induráin y Miguel Sanz Sema, durante un acto institucional en el Palacio de Navarra.
Rafael Gurrea Induráin y Miguel Sanz Sema, durante un acto institucional en el Palacio de Navarra.

Rafa Gurrea murió como vivió: en silencio. Una enfermedad fue minando su salud poco a poco. Desde el primer momento sabíamos que la enfermedad no se andaba con floreos, por eso le golpeó con dureza, sin piedad para que una persona honrada, cabal y acreditada resistencia soportara ataque tan traicionero.

Rafa Gurrea nos deja a todos quienes convivimos con él sus enseñanzas, su sentido común, su maestría para salir airoso de momentos complejos. Persona de preferencias y prioridades, controlador de tiempos, expresaba con frecuencia que prefería “honra sin  barcos a barcos sin honra, por que para quién no lo sepa era hombre de buena pasta pero también de muchas agallas.

Mi agradecimiento hacia él es y será infinito. Podría llenar el periódico de trabajos que desarrolló con brillantez desde su responsabilidad como vicepresidente y consejero de Presidencia y Administración Local en el Gobierno que yo presidí. Como presidente del Parlamento de Navarra ejerció su labor con imparcialidad y autonomía política. Sus límites siempre se situaban dentro de la Ley y en el cumplimiento del Reglamento de manera estricta y responsable.

Hombre dialogante y coherente, atributos que hoy escasean, sabía siempre como empezar y acabar una reunión. “Pasaba por aquí y he entrado a ver que ocurría”, solía decir. Solo cuando observaba cansancio en el otro lado de la mesa, miraba el reloj y proponía la conclusión, casi siempre rubricada con acuerdo.

Era hombre de partido, pues fueron muchos los años que estuvo al frente de la secretaria general de UPN, pero por encima de todo fue una persona comprometida con Navarra y desde Navarra leal con España. Político recto, competente y sincero, también sabía decir “no” cuando se le planteaba alguna cuestión que él consideraba irrealizable. Evitaba defraudar a quienes le pedían lo imposible. Descansar en su experiencia gran parte de las preocupaciones que a todos nos embargaban en aquella época resultaba tranquilizador.

Educado en las virtudes del cuerpo de la Guardia Civil (su padre formó parte de la Benemérita), pronto aprendió aquello de dar Todo por la Patria, la grande España y la chica Navarra. El Orden y la Ley fueron sus emblemas. 

Cuarenta años después, el 23-F, el mismo día que la democracia y la libertad triunfaron sobre el golpe de Estado que pretendía acabar con la Constitución, Rafa Gurrea nos dejó para siempre.

Compañero y maestro, Descansa en Paz. 


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