El Tribunal de Luxemburgo ha dictaminado que las empresas pueden prohibir el uso del "hiyab" en los espacios públicos.
- jueves, 18 de abril de 2024
- Actualizado 12:18
El Tribunal de Luxemburgo ha dictaminado que las empresas pueden prohibir el uso del "hiyab" en los espacios públicos.
Eso sí, el Tribunal pasa la "patata caliente" a los tribunales de cada país para que sean estos los que decidan en cada caso.
La realidad es que en la propia sociedad hay controversia sobre el uso del hiyab. Están quienes defienden que su uso forma parte de la libertad religiosa e individual y quienes van más allá aludiendo a que el uso del hiyab es una manifestación de "sumisión" de las mujeres.
En mi opinión ambas cosas son ciertas. Así que la cuestión de fondo es que modelo de sociedad queremos y sobre todo si la emancipación y la conquista de la igualdad por las mujeres en los últimos cien años puede dar marcha atrás.
La realidad es que hay una parte del Islam que parece tener un problema con el cuerpo de las mujeres, que parece medir su dignidad por los metros de tela con que se cubre, que las hace tener un sentimiento de sentirse "desnudas" si no se cubren la cabeza.
Eso choca con nuestro modelo de sociedad donde las mujeres hemos conquistado ir como nos viene en gana, es decir nuestra liberación ha pasado precisamente por despojarnos de la dictadura de una manera de vestir que se consideraba la correcta.
Así que afortunadamente hemos conquistado el derecho a decidir si llevamos o no, sostenes, elegir el largo de falda que nos venga en gana o dejar al aire parte de nuestra anatomía y bañarnos en piscinas en playa como mejor nos parezca, con traje de baño o desnudas.
Todo esto no ha sido fácil conseguirlo y sin duda ha formado parte de la lucha por derechos y libertades.
Así que el debate es si es compatible que en el espacio público haya mujeres que hacen una exhibición de "sumisión" cubriéndose con el "hiyab" o si eso es lisa y llanamente una vuelta atrás pero eso sí con el envoltorio de que las mujeres que lo hacen es porque están haciendo uso de su propia libertad.
La pregunta es si como sociedad se debe de aceptar que una manifestación de "sumisión" sea algo estrictamente individual.
Creo que el debate está servido y hay que abordarlo sin hipocresía. En cualquier caso la decisión del Tribunal de Luxemburgo es salomónica, no impide a las mujeres llevar el velo en el espacio privado pero avala a las empresas que tiene un reglamente interno que pueda prohibir que sus trabajadores hagan exhibición de sus creencias religiosas.
Es una manera de señalar que el hiyab no solo tiene que ver con la libertad de algunas mujeres sino con la libertad de toda la sociedad.
Al mismo tiempo desde Podemos están promoviendo que TVE no pueda emitir misas como lo viene haciendo desde hace décadas, al igual que presta espacios a los evangélicos, judíos y musulmanes.
Curiosamente desde Podemos no se dice una palabra sobre las emisiones religiosas de las otras religiones ¿Por qué?
El anticlericalismo decimonónico de una parte de la izquierda empieza a ser tan rancio como recurrente. A mi me resulta curioso que en nuestra sociedad muchos de los que defienden el derecho a que las mujeres exhiban signos de "sumisión" sin embargo les resulte insoportable la emisión de una misa que no tienen que ver si no quieren. Vuelvo a preguntar ¿Por qué?
Puede ser discutible que la televisión pública preste espacio a actos religiosos, pero en cualquier caso el debate se debería de extender sobre todas las religiones no solo sobre la católica, que por cierto forma parte de nuestra propia cultura y sin ella no podríamos ni explicar la Historia de Europa ni la de nosotros mismos y desde luego sería inútil que visitáramos ninguno de los grandes museos porque no entenderíamos nada habida cuenta de que miles de obras de arte tienen precisamente motivos religiosos.
El alma de Europa enlaza con la tradición judeo-cristiana para bien y para mal. Pero vuelvo al principio, no está de más el debate sobre si la religión debe de tener lugar en el espacio público y la televisión lo es, pero eso sí, sin hacer anticlericalismo barato, es decir sin sacar músculo anticatólico.