Pedristas y demás familia

Y no es tarea fácil a la que se está enfrentando sobre todo porque los seguidores de Pedro Sánchez procuran poner piedras en el camino.

Javier Fernández ha anunciado que el congreso del PSOE se celebrará antes del verano lo que parece más que sensato habida cuenta el estado en que Sánchez ha dejado el partido.

Se necesita tiempo para ir preparando las ponencias sobre las que debatir en ese Congreso que deben de alcanzar, desde el modelo de partido, hasta lo más importante, que es su proyecto político para la sociedad del siglo XXI, en el que el apartado de la configuración del Estado es, sin duda, uno de los capítulos más difíciles de abordar.

Así que no parece que sea mucho tiempo el que media hasta la primavera que será más o menos cuando se celebre el Congreso socialista, por eso cuesta comprender el ansia de los "pedristas" y demás familia por enredar y sobre todo de desestabilizar su propio partido.

Si Pedro Sánchez quiere volver a dar la batalla por la secretaría general está en su derecho pero que lo haga sin hacer daño a su partido y por tanto respete el trabajo de la Gestora y los tiempos marcados por esta para la celebración de ese Congreso.

Llama la atención como los "pedristas" sobre todo lo que quieren es dañar a Susana Díaz, a la que consideran responsable de la caída de su líder. De ahí que hayan convocado en tierras andaluzas una reunión de todas las plataformas que se están configurando contra la Gestora. Es como un pellizco de monja.

La verdad es que cuesta comprender la actuación de estos grupos de socialistas que lo que están haciendo sobre todo es daño a su propio partido mientras Podemos se va consolidando y Rajoy se fuma un puro, o dos.

Los ciudadanos siempre castigan en las urnas a los partidos que tienen problemas internos. Y es que no se puede hacer un depósito de confianza en una organización cuyos miembros andan a la greña.

Me parece a mí que lo más sensato sería que los "pedristas y demás familia" se prepararan para dar la batalla en el Congreso del partido y allí medir sus fuerzas con las otras opciones y candidatos que puedan presentarse. Pero para ese viaje no es necesario ahondar más en la división interna y en hacer un daño irreparable a la organización a la que pertenecen.

En fin, allá ellos.