• viernes, 29 de marzo de 2024
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Opinión / Ha trabajado en los principales medios de comunicación del país, desde Cadena SER o Cadena Cope, así como Telecinco, Canal Sur o Agencia OTR/Europa Press entre otros.

Los augurios

Por Julia Navarro

Como ya estamos en pre campaña electoral empiezan a publicarse encuestas sobre el previsible resultado de las elecciones del 20 de diciembre.

Lo primero que llama la atención es que estas encuestas vienen a incidir en que ni el PP ni el PSOE obtendrá mayoría suficiente para gobernar, que Ciudadanos continua su carrera ascendente y que Podemos pierde fuelle.

Que el PP pueda ser castigado en las urnas es más que comprensible, que Ciudadanos aumente sus expectativas de voto también, pero que el PSOE no sea capaz, según auguran las encuestas ,de convertirse en la gran alternativa para gobernar con mayoría amplia, es algo que hay que preguntarse por qué. De la misma manera que hay que preguntar por qué Podemos está perdiendo pie.

Pero empecemos por el PP. Parece lógico que los votantes estén más que enfadados con los populares y quieran castigarlos en las urnas por más que sea verdad que la economía comienza a despegar. En estos cuatro años Mariano Rajoy ha tomado medidas cuanto menos controvertidas a la hora de abordar la crisis económica pero además no se ha molestado en hacer pedagogía sobre lo qué hacía y por qué lo hacía.

Hay muchos ciudadanos a los que la crisis les ha dejado en la cuneta, hay miles de jóvenes que han tenido que emigrar, y hoy el empleo que se crea es de peor calidad y mucho peor pagado, que antes de la crisis, amen de los recortes que ha sufrido el Estado del bienestar. De manera que Mariano Rajoy y los suyos van a tener que hacer un esfuerzo titánico para que al menos no se mueva su suelo electoral.

Eso si, en el PP confían en que las capas más centradas de la sociedad vuelvan a confiar en ellos.

Pero ¿qué le pasa al PSOE? Este partido se ha renovado, tiene un nuevo secretario general joven, y una dirección con caras nuevas, sin embargo no terminan de ser capaces de ilusionar, o al menos de hacerlo en la medida suficiente como para gobernar con comodidad. No es que el discurso de Pedro Sánchez y los suyos no este en línea con lo que los votantes puedan esperar del PSOE, pero aún así no terminan de convencer y por tanto hacerse con la confianza ciudadana.

Quizá les falta definición sobre como resolver algunos problemas, quizá a los nuevos líderes les falta saber empatizar con la ciudadanía, no sé, pero el caso es que con un PP que hace aguas, con un  Gobierno que ha agraviado a tantos sectores de la sociedad, no se comprende como el PSOE no es capaz de convertirse en la alternativa más deseada. Incluso hay un porcentaje muy alto de votantes socialistas que prefieren que gane Ciudadanos. Además. Ahora que se rebajan las expectativas electorales de Podemos, también resulta sorprendente que el PSOE no se beneficie de esa perdida.

En cuanto a Ciudadanos, las encuestas dicen que Albert Rivera es el líder más valorado. Me parece a mí que el ascenso de Ciudadanos tiene que ver con que una buena parte de los españoles quieren que haya un cambio profundo en al política española, quieren líderes nuevos, una manera diferente de hacer las cosas, pero sin saltos en el vacío, cambios razonables y razonados. Y es que las elecciones, como vienen diciendo los politólogos y los sociólogos, se ganan en el centro. Esa es la fuerza de Ciudadanos. Además de que sus dirigentes, tienen una manera más natural, más fresca, más moderna, de hablar de política, de dirigirse a los ciudadanos que en ellos si que visualizan el cambio.

Podemos es otro cantar. Esta formación ha dado bandazos en cuanto a su definición ideológica, y sobre todo ya esta gobernando, y aunque las encuestas  dicen que los ciudadanos está contentos con las alcaldesas de Madrid y Barcelona y el alcalde Valencia o el de Cádiz, lo cierto es que otros muchos ciudadanos está profundamente descontentos.

Verles gobernar ha supuesto una decepción para muchos de los que les votaron. Sus dirigentes también han pecado de arrogancia. Es lo que sucede cuando uno tiene un éxito inmediato e inesperado, que puede sufrir de mal de altura. En algunas manifestaciones de Iglesias ese mal de altura parecía ,más que evidente. Peor al Cesar lo que es del Cesar, hay que reconocer que está sabiendo volver a la realidad, es decir, a pisar el suelo.

De aquí al 20 de diciembre las cosas pueden cambiar, pero la "foto" electoral al día de hoy es de lo más significativa.


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